Pedro Sánchez inició hace un año en Castelló su carrera en las primarias del PSOE. Entonces congregó en la Bohemia a más de un millar de militantes, desbordándose el aforo. Ayer, se controló la cifra de asistentes por cuestiones de seguridad y se redujo significativamente. Algunos presentes lamentaron que Sánchez ofreció ayer un discurso plano y poco preparado.

El líder socialista fue interrogado por 20 personas, en bloques de cinco preguntas. Se le inquirió sobre el mercado laboral, pensiones, jóvenes, los contratos de ETT en la citricultura, inmigración, discapacidad o infraestructuras. En una de sus intervenciones confundió al sector cerámico con el calzado. Luego, un asistente le preguntó por los trabajadores del mar y Sánchez contestó hablando de los autónomos.

Eludió compromisos con las infraestructuras pendientes de Castelló a pesar de que se le emplazó sobre el cercanías de Vinaròs, el corredor mediterráneo, la A68 o la AP7. Un participante le mencionó una ristra de reivindicaciones en esta materia y el dirigente del PSOE rebatió agradeciéndole el listado y subrayando que «según me dicen» un coche tarda lo mismo en ir de Castelló a Barcelona que el tren.

El acto estuvo moderado por la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y también intervenio el secretario provincial, Ernest Blanch. Además de militantes y simpatizantes, realizaron preguntas representantes de la sociedad civil castellonense como el presidente de Cocemfe, Carlos Laguna, el secretario provincial de UGT, Francisco Sacacia o un representante de la plataforma policial de Jusapol. La asamblea se prolongó dos horas. Estuvieron los máximos referentes del PSPV de Castelló. Faltó el presidente del Consell, Ximo Puig, por cuestiones de agenda.