El Grau de Castelló finalizó ayer su Carnaval de riguroso luto en el tradicional entierro de la sardina, un acto que simbólicamente sirve para despedir el pasado y dar la bienvenida a los retos del futuro.

Las calles del distrito marítimo volvieron a llenarse de gente para decir adiós a tres días de celebraciones. Los vecinos salieron de sus casas ataviados con su indumentaria más negra para participar en el cortejo fúnebre por la muerte del Carnaval. Primero, a las seis y media de la tarde, se realizó el velatorio a la sardina en el parque de la Panderola. Desde este punto partió el tradicional desfile, con los asistentes vestidos de riguroso luto, y con la participación del grupo de dimonis de Botafocs. Al finalizar el pasacalles tuvo lugar en el mismo parque la ceremonia del entierro de la sardina y su posterior quema.

Centenares de vecinos dijeron adiós a una de los Carnestoltes más importantes de la geografía castellonense. Los actos más tradicionales se han visto acompañado por una multitud de actividades dirigidas a todos los públicos.

Antes del velatorio de la sardina, los graueros y visitantes pudieron disfrutar de actuaciones musicales y de la zona gastronómica de Food Trucks. Los más pequeños se deleitaron al mediodía, en la zona especial PAC del jardín de la Panderola, con la Sedajazz Kids Band, una agrupación formada por niños y niñas de 5 a 15 años que ofreció una combinación de grandes éxitos de la historia del pop y el rock traducidos al lenguaje jazzístico y abiertos a la improvisación. Luego continuó la música de DJ Pernil. Llegada la tarda, los graueros se prepararon para el funeral de la sardina.

Con este último ritual, el distrito marítimo puso punto y final a otra multitudinaria edición del carnaval que, además, ha contado con uno de los programas de actividades más amplios de los últimos años.

La alegría de la celebración ha vencido a las bajas temperaturas. Ejemplo de ello se pudo comprobar en la importante afluencia de gente que hubo en el gran desfile celebrado el sábado.

Personajes de actualidad se mezclaron con disfraces de época y Don Carnal y charangas de música para ofrecer uno de los pasacalles más espectaculares de la provincia.

El Carnestoltes del Grau ha contado desde el viernes al domingo con teatro, talleres, música y gastronomía.