La concejala de Participación, Ali Brancal, y el concejal de Modernización, Ignasi Garcia, presentaron ayer las bases reguladoras de la consulta ciudadana de los Presupuestos Participativos del 2018. El año pasado el ayuntamiento ya puso en marcha esta experiencia, a la que se presentaron 239 propuestas ciudadanas, de las cuales 46 superaron la fase de viabilidad técnica y se sometieron a votación ciudadana». De este total, 13 fueron los seleccionados, pero la burocracia llevó a que de todos ellos solo dos, el jardín vertical de la plaza Mayor y el tatami municipal, pudiesen ver la luz, si bien todos ellos están en fase de desarrollo.

Una de las principales novedades de 2018 es que se dividirán en dos grupos: propuestas para los distritos (con un total de 600.000 euros) y para toda la ciudad (con 1.050.000 euros) . De este modo la convocatoria vincula a todos los distritos de la ciudad porque puedan decidir sobre proyectos que afectan en su barrio. Las propuestas que se pueden presentar este año son proyectos de inversión, como en el 2017, y con esta nueva convocatoria también se contemplan proyectos de gasto corriente en bienes y servicios. Este año el gran cambio es que primero se decidirá sobre el dinero y después serán los presupuestos del ayuntamiento los que se adaptarán a la decisión que ha tomado la ciudadanía, «lo que supone un paso más en el empoderamiento de la ciudadanía para que acabe decidiendo en más cosas», explicó Garcia.

A partir del 15 de febrero

De este modo, cualquier vecino mayor de 16 años y empadronado en Castelló podrá presentar propuestas desde el 15 de febrero hasta el 28 de marzo en la plataforma decidimcastello.es o presencialmente en las Tenencias de Alcaldía del Ayuntamiento. Una vez finalizada esta fase se organizarán reuniones de distrito para llegar a un consenso colectivo en la priorización de las propuestas y así escoger dos que pasarán directamente a la fase de validación y estudio de viabilidad. El proceso durará cuatro meses después de pasar por cada una de las fases, que acabará con la votación ciudadana.