Más de diez años, una fuerte crisis económica, recortes e importantes problemas de financiación. La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló ha salido adelante pese a los muchos obstáculos -y los que le quedan- y hoy consigue inaugurar la primera fase de este ambicioso proyecto marcado por el pulso mantenido entre la universidad y la Generalitat Valenciana. Hasta tres presidentes del Consell han pasado durante todo este tiempo (Francisco Camps, Alberto Fabra y Ximo Puig) y dos rectores (Francisco Toledo y Vicent Climent) que han reivindicado la construcción de esta facultad hasta la saciedad.

De momento se pueden congratular, sobre todo Climent, de que se ha logrado culminar la primera fase integrada por tres de los cinco módulos que constituirán este centro, que hoy se inauguran oficialmente, y que han supuesto una inversión de más de 21 millones de euros. Hasta llegar aquí, la universidad pública de Castelló ha tenido que hacer encaje de bolillos para poder financiar el edificio ya que, coincidiendo con el impulso del nuevo grado, se han aplicado los recortes más drásticos jamás aplicados a las universidades. En 2013 se anunciaba un recorte de la subvención de la Generalitat de 110 millones de euros para todo el sistema universitario público valenciano, y de más de 9 millones de euros para la UJI. Esta situación resquebrajó las cuentas de la Jaume I donde, tal como ha manifestado su rector en más de una ocasión, se las han visto y deseado para mantener la oferta de grados.

Pese a todo, la gestión del rectorado ha primado la implantación del grado de Medicina y se ha conseguido finalizar esta primera fase, además de que la ampliación de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales ha posibilitado que los estudios se empezaran a impartir en el año 2013 en esta sede provisional y se cuente ya con una primera promoción de graduados en Medicina.

Pero aquí no acaba esta historia. Ahora se abre un nuevo periodo en el que las lanzas seguirán en alto para defender la culminación de este proyecto. Climent así lo ha dejado claro en la recta final de su mandato y ha exigido al conseller de Educación, Vicent Marzà, aportar la financiación necesaria para poder licitar los dos módulos pendientes. Por su parte, Marzà ha garantizado la finalización de las obras pendientes. Con todo, será ya la sucesora de Climent (hasta ahora la única candidata es la catedrática Eva Alcón) quien tome el testigo.