Sosegado, imperturbable y pacífico, pero poniendo los puntos sobre las íes. Así fue el discurso del rector de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló, Vicent Climent, quien no se dejó deslumbrar por la importancia del acto protocolario de la inauguración de la primera fase de la Facultad de Ciencias de la Salud, y recordó todos los obstáculos a los que han tenido que hacer frente hasta llegar al punto en el que se encuentra este ambicioso proyecto educativo. Obstáculos que, ni olvida, ni perdona.
Otra de las dificultades ha sido la financiación. Climent recordó la ampliación de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales (sede provisional de Medicina) fue costeada con fondos propios (7 millones de euros), precisamente, para cumplir con el requisito de «calidad». Además, hizo hincapié en el Plan Plurianual de Financiamiento 2010-2017, «un plan que nunca nació, un plan que nunca se activó», y el pago de la deuda histórica, «un convenio que la Generalitat Valenciana presidida por Camps dejó en suspenso y que, posteriormente, afortunadamente, el gobierno de Fabra renovó en diciembre de 2014».
A ello se sumó el recorte en 2012 de la subvención anual del Consell en 12 millones «que se ha mantenido, y que hizo que el proyecto se tuviera que hacer por fases, y haya motivado que esta inauguración se haya demorado siete años, cuando ya se han graduado tres promociones de Enfermería y una de Medicina».
