Los laterales también juegan. Y ayer estos fueron los encargados de hacerle ganar el partido al Villarreal B. Primero anotó el diestro benidormí Miguel Llambrich y cuando el partido estaba muy complicado y con nubarrones, un trallazo del zurdo ilerdense Xavi Quintillà acabó estrellando el cuero al fondo de las mallas de la portería del Ebro, rival que llegó con la vitola de ser muy peligroso y así lo certificó. Los zaragozanos desperdiciaron tres balones para empatar. Luego llegó la tranquilidad, pero muy al final.

El filial amarillo salió bien situado y herido en el orgullo por las dos derrotas consecutivas, acompañada por una sequía goleadora de 198 minutos sin ver puerta. Esa estadística se hizo añicos a las primeras de cambio porque el equipo de Miguel Álvarez hizo 'diana' en su segunda aproximación clara a la portería del arquero alqueriense Salva de la Cruz. En la primera, el centrocampista navarro Imanol García casi sorprendió al meta, pero el cuero salió a saque de esquina (min. 2) y la segunda llegada del minuto 8 saltó el cerrojo. Un autogol del central Ubay Luzardo a centro de Miguelón Llambrich desde la banda derecha abrió la lata.

Con ese marcador a favor el Villarreal B llegó a jugar con tranquilidad durante varios minutos. Así las cosas, a partir del minuto 20 el duelo se equilibró. El 2-0 no llegaba y el 1-1 casi lo anotó el ariete Adri Cuevas con un cabezazo que sacó con apuros el arquero navarro Ander Cantero. Uno de los contados sustos. Éste en el minuto 20 y en el 34 el segundo con un tiro escorado del extremo zurdo Teo Tirado que el propio guardameta local logró rechazar con los pies.

Así es que el partido no estaba nada claro. La diferencia era demasiado corta.Y ahí la escuadra zaragozana, con muchos centímetros en la mayoría de sus hombres, se tornó en un hueso duro de roer. Un error atrás estuvo a punto de ser aprovechado por Javi 'Bolo' para marcar. Lo evitó con mucho apuros Ander Cantero (min. 64). Y en el 76 la tuvo Javi Cabezas, pero estuvo muy escorado y su tiro sólo pudo salir lamiendo la cruceta izquierda del portal amarillo. Menos mal que Álex Quintilla, el lateral del Villarreal B, de tiro cruzado se encargó de sentenciar.