El concejal de Normalització Lingüística del Ayuntamiento de Castelló, Ignasi Garcia, exigió ayer a la portavoz municipal del Partido Popular, Begoña Carrasco, «que pida disculpas y retire las calumnias que ayer hizo en las redes sociales contra gobierno municipal». El edil lamenta que la regidora popular critique una campaña de promoción del valenciano que impulsa Castelló junto a otros ayuntamientos, entre otros Moncofa y Benicàssim, donde gobierna el Partido Popular.

El edil de Normalització apuntó que Begoña Carrasco «ha comenzado una carrera con Ciudadanos para ver quién es más de extrema derecha y sin ser conscientes que en esa carrera perderá ella, y encima, perderá la sociedad de Castelló que está sometida a una crispación innecesaria».

«Es del todo indecente que la señora Carrasco insinue falsedades sobre una campaña lingüística que se está haciendo en nuestro país desde hace muchos años, que hacen los gobiernos del Partido Popular, y que lo considere como un ataque y como una cosa heavy. El gobierno de Castelló está haciendo exactamente la misma campaña que el Ayuntamiento de Benicàssim, y la señora Carrasco aprovecha esto para atacarnos y criticarnos», subrayó Garcia.

La portavoz del PP insistió en sus críticas y consideró que la campaña que invita a los padres a hablar en valenciano a sus hijos es una «imposición». Respecto al hecho de que esta iniciativa también la impulsen localidades dirigidas por su partido, sostuvo «que si lo hacen otros municipios sus razones tendrán, a mí me preocupa Castelló, lo que veo cada día, gente indignada que ve coartada su libertad de poder elegir».

«Nosotros defendemos la libertad de poder elegir entre una lengua u otra, ambas oficiales en esta Comunidad, frente a la imposición de PSOE y Compromís. Campañas de normalización siempre se han hecho desde el ayuntamiento pero nunca han provocado este enfrentamiento social por el uso de la lengua», añadió.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Castelló, Vicente Vidal, acusa al ejecutivo local de querer borrar el castellano «de nuestros nombres y apellidos» en la campaña lingüística.