En los 14 partidos con Sergi Escobar el Castellón ha aplicado algo similar a un rodillo. Ha ganado 11 en total y todos los de casa. Ha ganado por rutina y solo ha dejado de ganar en lo excepcional. Ha remontado en la clasificación para juntarse en el coliderato con el Atlético Levante y formar con el Orihuela, tercero a un punto, el trío que se jugará la Liga. Ha hecho todo eso antes y después de los refuerzos invernales. Escobar ha hecho con el Castellón todo lo que venía haciendo en los años anteriores. El técnico de Almassora ha aplicado con éxito los métodos que le funcionaron en Primera Regional y en Preferente.

La capacidad de Escobar para exprimir a sus equipos en la Liga regular está fuera de toda duda. El Castellón compite en cualquier escenario, como local o visitante, mandando o dejándose mandar. Escobar traslada a sus equipos el gen de la adaptación. Así se ha repetido la pauta en el último lustro. En la temporada 2012-13, Escobar peleó por última vez por la permanencia. Logró una meritoria salvación para el Altura en Preferente, en las últimas jornadas. Desde entonces, siempre ha habitado en las alturas.

En la temporada siguiente entrenó al Almazora en Preferente. Fue segundo, solo perdió tres partidos y su equipo fue el más goleador y el menos goleado. Perdió en la promoción en una tanda de penaltis ante el Benigànim, cuyo entrenador era Miguel Ángel Mullor, que ahora dirige al Eldense, su rival este miércoles. Allí en el Almazora ya dirigió Escobar a Héctor Mohedo, su actual segundo entrenador. Mohedo, por cierto, fue expulsado en la ida del play-off.

Mohedo también acompañó a Escobar a Vinaròs en la temporada siguiente. Era un proyecto ambicioso con jugadores de la talla de Xisco Nadal o David Cifuentes. El equipo empezó como un tiro, se puso líder y acumulaba victorias seguidas, pero llegaron los impagos y el proyecto se fue al traste. En enero Escobar y ese grupo de jugadores se marchó al Segorbe de David Linde, que ya lo había contratado en el Altura. El Segorbe estaba en Primera Regional, y Escobar aplicó su rodillo. Remontó en la clasificación para ser campeón y subir a Preferente.

El año siguiente y otra vez con su inseparable Mohedo de jugador, Escobar cogió al Burriana. Más de lo mismo: tercero en Liga y al play-off. Ganó la primera eliminatoria a La Nucía en los penaltis, pero perdió la definitiva ante el Almazora en la prórroga.

La asignatura pendiente

Escobar y el Castellón comparten asignatura pendiente. El play-off de ascenso. El Castellón se quedó en el casi con Pedro Fernández Cuesta, Ramón María Calderé, Kiko Ramírez y Manu Calleja. A Escobar le volvió a ocurrir la temporada pasada. Fue campeón del grupo I de Preferente con el Onda, pese a la gran competencia de Roda y Acero, pero volvió a quedarse sin ascenso a Tercera División. El Benigànim lo tumbó en la primera eliminatoria. Esta campaña club y entrenador buscan idéntica redención.