«Villa Elisa deja de ser un problema para empezar a ser una solución»

El equipo de gobierno de Benicàssim, encabezado por la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, junto al presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner y el vicepresidente y diputado de Cultura, Vicent Sales, conocieron ayer «in situ» los trabajos que se están llevando a cabo en el palacete situado en el paseo Pilar Coloma. Los dos entes financian estas obras, aportando un millón de euros la administración provincial y 1,4 millones de euros el consistorio benicense.

Javier Moliner destacó tras la visita que «Villa Elisa deja de ser un problema para empezar a ser una solución, para empezar a ser un edificio que se convierta en lo que nunca debió haberse dejado pasar». Moliner añadió que «esta obra se ha iniciado para acabarla».

El edificio albergará multitud de eventos culturales, sociales y como explicó Susana Marqués, se está preparando el proyecto de desarrollo de los contenidos de Villa Elisa. La primer edil indicó que «se está trabajando por convertir el edificio en un emblema, no solo para el municipio sino para la provincia y para todo el país, como un espacio de referencia sociocultural».

En cuanto al proyecto de rehabilitación, ha sido redactado por los arquitectos José Ramón Tormo, Carlos Ortega y Aleksandra Mrdja, con la participación como asesor emérito de Manuel Portaceli el redactor original del primer proyecto. Los trabajos que se acometerán parten con un objetivo primordial, como es respetar la singularidad de este edificio emblemático construido en 1943.

La nueva Villa Elisa verá remodelado completamente su interior dotándolo de sala de exposiciones, sala de actos, salón de recepciones, aulas multiusos y aulas tecnológicas entre otras dependencias que servirán para el correcto funcionamiento de todo el complejo sociocultural.

Además, el antiguo almacén se convertirá en una moderna cafetería que dará servicio de restauración al edificio y, probablemente al público de manera abierta.

Como explicó el técnico municipal, Miguel Álvarez, los primeros trabajos que se han realizado ha sido desescombrar y eliminar aquellos elementos que no han podido reutilizarse. «Y ahora ya se empieza con la obra y se va a mantener el estado de prácticamente como se diseñó inicialmente».

Entre los elementos que se pueden contemplar en su estado original son la cocina y la capilla. En el caso de la cocina, se encuentra en la primera planta «y tiene una calidad arquitectónica un poco especial por sus acabados». Álvarez añadió que «se va a limpiar y se alicatarán los armarios, pero por lo demás se mantendrá tal cual y el pavimento sorprende porque parece que sea actual pero es el original y es de caliza de dos colores».

En cuanto a la capilla, que está en la planta baja, también se va a mantener su estado original «aunque habrá que trabajar un poco en el pavimento».

Señalar que todo el edificio tiene una amalgama de estilos porque en los años 40 era un estilo historicista o casticista «y tiene desde elementos góticos como las arquerías que hay en la escalera principal, o elementos neobarrocos como las rejas de fuera o el patio de detrás y tiene mucha calidad en todos los oficios que se trabajaba en el inmueble como la rejería, los pavimentos, las calizas, y todo el inmueble en sí».

Además de todo el valor arquitectónico del edificio, el jardín también tiene un gran valor por las especies arbóreas entre las que destaca un ficus de grandes dimensiones el cual está incluido en el catálogo de la Generalitat como árbol monumental «por tanto es un edificio y un jardín», añadió Álvarez.

Destacar además que la zona del jardín será accesible ya que se va a realizar trabajos en el mismo para que los visitantes con movilidad reducida puedan recorrer el mismo y acudir a la cafetería que también tendrá acceso desde la avenida Barcelona.

La superficie total de la parcela de Villa Elisa es de 4.263 m2 y la superficie construida es de casi 2.000 m2.