Siendo un evento arraigado en las fiestas de la Magdalena, la Enfarolà de El Fadrí no deja de sorprender cada año. Quizás porque el juego pirotécnico ejerce cierto magnetismo a todo aquel que lo observa. Ya sea por primera o enésima vez. Lo cierto es que la iluminación del campanar volvió a cautivar anoche a los castellonenses.

En realidad, tanto Reyes Martí como la colla Xaloc jugaban con ventaja para deslumbrar, ya que habían sido los encargados de protagonizar el acto con gran éxito en años precedentes.

Como no podía ser de otra manera, el verde Magdalena se fundió con los tonos de la noche festera en un ritmo frenético. La Enfarolà se precipitó en un abrir y cerrar de ojos, que permitió a los castellonenses entrar en calor para el posterior Correfocs a cargo de Botafocs, Dimonis de la Plana y Diables de Castelló, también con experiencia en este tipo de eventos.

Con inicio en la plaza Mayor, los demonios, corriendo, bailando y saltando entre fuegos artificiales, recorrieron Colón, Cardona Vives, Mayor, La Paz, Gasset, Puerta de Sol, Enmedio y calle Colón. El remate final se efectuó en la plaza Mayor. Cientos de castellonenses, dominados por la pólvora, participaron activamente del correfocs.