Sonaba Pan y Toros en el coso castellonense y comenzaba así una nueva feria taurina en la capital de la plana. La lluvia dejó paso al sol en el momento oportuno y la ausencia total de viento dejaba una tarde que, aunque fresquita, permitía a las mil maravillas el correcto desarrollo de la tauromaquia. No respondía la entrada a la cita como hubiese gustado, aunque el público estuvo cariñoso y respetuoso con los tres aspirantes a torero.

Abrían plaza Linternita y Toñete, novillo bravo aunque justito de presencia que se empleó correctamente en el caballo. Quitó por delantales el novillero madrileño y rematando con una media que llegó al tendido. Comenzó la faena de muleta por el derecho, destacando una serie de derechazos exigiendo al toro por abajo que este respondía con codicia. Por el izquierdo no pudo Toñete mas que arrancarle algún natural suelto y de poco lucimiento rematado con un desprecio mirando a los tendidos. Cerró al novillo con doblones ayudados y pinchó la estocada que le hubiese dado el primer apéndice de la tarde. En su segundo, el cuarto de la tarde, comenzó fuerte el novillero saludando con verónicas, farol y rematando de rodillas. En la muleta era celoso el novillo que hacía hilo y cabeceaba dificultando el trabajo de Toñete, tandas con poca limpieza que dieron paso a unas buenas luquecinas y mejores manoletinas de cierre. Quedó la estocada caída aunque efectiva que le sirvió para pasear la primera oreja de la feria.

Bonito el segundo novillo de la tarde, bien hecho. Salió abanto al albero, emplazándose y obligando a Sedano a ir en su encuentro. Unas chicuelinas rematadas con una media con la mano muy baja recordó al público que ese era su novillero, respondiendo con una fuerte ovación. Buen puyazo del varilarguero. Aprovechó Téllez su derecho a quite para presentarse con arriesgadas chicuelinas a las que respondió Sedano con vistosas navarras. Brindó a su gente y se dispuso a torear al mansurrón novillo que huía de la pelea. Se esforzó el Alcorí para sacarle todo lo que pudo y consiguió hacerle faena, deslucida, pero faena al fin y al cabo. Manoletinas y estocada contraria y trasera que hizo guardia. Debió irse el toro con las dos orejas, pero un público entregado quiso que una se quedara en las manos del coterráneo. Con el quinto vino lo mejor de la tarde, arriesgó mucho de inicio hasta el punto de ser desarmado. Se repuso y saco al toro a los medios con una media bajísima y con gusto. Brindis al ganadero para ponerse a torear largo y bien por el derecho y más largo y mejor por el izquierdo, fenomenal el novillero. Cerró al burel con una trincherilla seguida de un desprecio que puso al público en pie. Circulares invertidos y desplante dieron paso a un pinchazo que le privó de desorejar al excelente novillo. A la segunda dejó un estocadón en todo lo alto que hizo caer rodado al animal. Una oreja de ley que le abría la puerta grande.

El tercero de Fernando Peña se empleó en el caballo dejando todas las fuerzas que llevaba en el peto. Quitó por saltilleras y trató Ángel Téllez de hacerle faena aunque se paraba demasiado el novillo impidiéndole ligar muletazo. De uno en uno y con arrimones llegó Téllez al público que le premió con una oreja baratita tras la estocada entera aunque caída. Salió el sexto con codicia y arrancándose con distancia al caballo, bonito quite de Téllez combinando tafalleras con saltilleras. Excelentes las arrancadas en banderillas del que cerraba plaza aunque en la muleta solo le permitió alguna tanda de derechazos. Un circular invertido rematado con un natural suave y largo fue lo mejor de la faena. Media estocada y siete descabellos deslucieron el trabajo del joven aspirante madrileño.

FICHA TÉCNICA

Plaza de Toros de Castelló

Primera de Feria. Un cuarto de plaza. Seis novillos de Fernando Peña, correctos de presentación (excepto el primero). 1º, 4º y 5º aplaudidos en el arrastre. Toñete (marino y oro): silencio y oreja. Sedano Vázquez (grana y oro): oreja tras aviso y oreja tras aviso con fuerte petición. Ángel Téllez (blanco y oro): oreja y silencio tras aviso. Presidió José Antonio Gracia, disparidad de criterio.