Castelló bailó en la tarde-noche de ayer al ritmo desenfado y festivo de las populares collas, que durante unas horas se erigieron en las protagonistas de la 5ª jornada de las fiestas de la Magdalena, por las calles del centro histórico de la ciudad. Fue el primer desfile de las collas de la Magdalena para conmemorar el 25 aniversario de la Federación de Collas, entidad que 40 años después del nacimiento de la primera colla, el Rei Barbut (1997), aglutina en la actualidad a 250 colectivos de estas características.

En el desfile, según datos del presidente de la Federación, Pepe Beltrán, participaron unas 2.400 personas, de 120 collas que cubrieron el itinerario en carros engalanados, más otras quince que lo hicieron a pie. Y todos con algún disfraz festivo. El mas repetido eran las coloridas y llamativas pelucas.

Y a la cabera del animado desfile iban hasta diez grupos de Dolçainers i Tabaleters de Castelló en homenaje a estos tradicionales instrumentos del folclore popular castellonense. Estas agrupaciones de Dolçainers pertenecían a distintas escuelas o gaiatas de la ciudad. Y los había incluso lo que estaban compuestos integramente por jóvenes amantes de sendos instrumentos.

Tras los populares sones de la dolçaina y el tabaleter fueron desfilando los distintos carros engalanados de las collas, que al ritmo que iban marcando las distintas charangas convertían la calle una divertida pista de baile, al que, se suma, los espectadores apostados en las aceras. El público no podía sera ajeno a tal dosis de fiesta y no para de imitar los movimientos de los animados colleros, desde mamás con sus bebés, hasta mayores y, por supuesto, el publico juvenil.

Pepe Beltrán, presidente de la Federación de Collas, describió así este primer desfile en Magdalena: «simplemente, fiesta».