«De lujo. Es una idea muy buena y ha sido acogida muy bien por el público». El comentario es de Javier, trabajador de la bodega Clos d'esgarrracordes, de Les Useres, una de las ocho firmas vitivinícolas de la provincia que ofrecen sus caldos en el Mesón del Vino, ubicado en la plaza Antonio Ferrandis. «Estamos trabajando muy bien», añade Asunción, de la bodega Alcovi, de Almedíjar.

Junto a los bodegueros, el recinto se completa con dos casetas de tapas autóctonas, dentro del proyecto «Ruta del Sabor». «Esta teniendo muy buena aceptación», explica Vicente, trabajador de uno de los puestos.

Es un Mesón del Vino más reducido que vuelve a sus orígenes de la década de los sesenta, cuando se ofrecían solo caldos locales. Nada que ver con el mastodóntico y alborotador modelo que se instauró a partir de los ochenta, de cuyo recuerdo solo quedan los cacahuetes y altramuces.

Un Mesón del Vino casero y más familiar, pero no por ello menos visitado. «Nos encanta», señalan al unísono José y Pepe, dos clientes habituales.