La peculiaridad de la dieta cartuja, que no admite carne animal, solamente pescado, huevos, lácteos y verduras, llevó a que el infante Martín de Aragón procurase que estos alimentos no faltaran en la mesa de los monjes en la Cartuja de Valldecrist de Altura en el siglo XV, con el dictado de varias disposiciones y privilegios reales.

Muestra de ello fue el otorgado el ocho de diciembre de 1407, donde Martín ordenaba «que nadie pudiera vender pescado o huevos en la ciudad de Segorbe y término de aquella sin que antes el Monasterio de Val de Cristo lo hubiera comprado, exceptuando cuando el Rey y sus sucesores estuvieran presentes...». Fue así, como, según explica el investigador y autor del trazado de la ruta, José Ángel Planillo, «por pura necesidad comercial» como surgiría el camino de Pescadores que nos ocupa la ruta de hoy. Un privilegio que también ordenaba a los pescadores de Moncofa a que dos veces por semana subiesen pescado fresco hasta Valldecrist.

Seis siglos después, la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist ha tratado de reconstruir esa ruta, «salvando eso sí las múltiples mutilaciones y variaciones aquellos caminos usados por recuas de animales», como explica su autor. Para ello se han aprovechado los dos caminos que todavía guardaban este topónimo en Segorbe y Vall d´Uixó.

Partiendo desde la emblemática Cartuja de Valldecrist, en Altura, ascenderemos bordeando el muro hacia el lugar donde antaño estuvo la Ermita de San Julián para, desde allí, descender hacia Segorbe por el Camino de Cánovas, compartiendo por unos metros el trazado del Camino de los Pobres. Seguiremos hacia el Este y, al llegar frente a un cruce, (aunque antaño los mercaderes cruzaban la rambla de Montero para continuar su camino), giraremos hacia la izquierda para cruzar bajo la autovía. Llegaremos al IES Alto Palancia en busca del Puente Nuevo (s. XIX) y, antes de cruzar sobre la autovía, seguiremos la señalización que nos lleva hacia el Camino de Pescadores segorbino.

Este camino, que pasa frente a la Masía Marín, está truncado en su trazado original por las vías del tren, por lo que pasaremos bajo un puente para torcer hacia la derecha y llegar hasta las rotondas frente a Geldo, que lo vuelven a cortar. Aquí buscamos la vía de servicio que discurre paralela por la parte derecha de la autovía hasta un túnel, que lleva hasta la Masía de la Cruz, «así conocida por la cercana cruz de media legua que antaño marcaba esta encrucijada, en la que los pescadores debían desviarse para cumplir el mandato real y llegar antes a Valldecrist que a Segorbe», indica Planillo.

Desde la Masía, siguiendo unos metros la carretera, tomamos el camino de tierra que por la izquierda pasa frente a la subestación eléctrica y vamos hacia la pedanía de Villatorcas. Aunque la ruta no pasa por su interior, conviene visitar este encantador núcleo urbano. Desde Torcas, siguiendo el curso del Palancia (y las marcas blanquiamarillas del PR.CV-63.7), se descenderá hacia Soneja, pasando junto a la Fábrica de la Luz, la zona recreativa de Las Fuentes, y el observatorio de aves instalado próximo a un antiguo molino y una abandonada fábrica de papel.

Subiremos hasta la carretera de Azuébar para tomar el sendero (de nuevo siguiendo el PR) hacia Sot de Ferrer. De Sot saldremos por la pista asfaltada que corre paralela a la margen izquierda del río, al cual habrá que descender para, por un sendero que discurre por su cauce entre cañares y adelfas, siguiendo las marcas dejadas por los cicloturistas, que han mantenido este paso abierto, ir en busca de la Presa de Algar de Palancia, que corta su trazado y que cabrá sortear para llegar hasta esta localidad, a la que se entra por el «Antic carrer de Sogorb».

Continuaremos la ruta tomando la carretera hacia Alfara de la Baronía para, llegados a la segunda rotonda, descender por la pista que baja hacia el río. Tras pasar por las inmediaciones de una antigua villa romana, cruzaremos sobre el cauce de la Acequia Madre de Sagunt (que se inicia en uno de los azudes milenarios que se han visto anteriormente), atravesamos el cauce del río y tomamos la vía de servicio que discurre paralela a la carretera nacional por su lado derecho.

Cruzamos el túnel para continuar por la parte derecha de la carretera donde los naranjos nos dan la bienvenida a la Plana castellonense. Este camino es el «Antic Camí d´Algar» que nos lleva a la ruta del «Camí Senda dels Peixcadors» de La Vall d´Uixó. Continuamos por ella hasta encontrarnos con la carretera de Xilxes, por la que descendemos un kilómetro y medio hasta la pista ubicada en el lado izquierdo, que busca el Camí de la Condesa. Dejando atrás el cementerio de Xilxes, atravesamos carretera N-340, y por un camino de tierra entre la misma y la vía férrea, se llega a un paso que cruza las vías por debajo para coger el Camí del Palmeral, retomando así el trazado de la ruta histórica. Este camino, destaca Planillo, «realmente se retoma cuando, una vez cruzada una importante pista asfaltada, se tuerce a la izquierda para seguir el trazado del Camí Vell de Xilxes a Moncofa, que casi coincide con la antigua Vía Augusta», señalizada con pintura blanquiazul y nos servirá de guía para llegar hasta la villa costera, observando, eso sí, los restos de la Alquería Romana de Moncofa .