con la Cremà de las fallas finalizan las fiestas josefinas del año en curso, unas fiestas que para esta ciudad tienen mucha importancia; de una parte está el conjunto de artesanos con que cuenta esta población, que este año han construido135 fallas grandes y 125 infantiles, esto supone puestos de trabajo. De otro lado, está la dedicación durante todo el año de los fallaros de barrios y sociedades, que participan en carrozas, cruces de Mayo y cabalgatas.

Hoy la ofrenda a la patrona de la ciudad, que por regla general el número de fallas y falleros se multiplica en este evento, este año la participación será más numerosa que en otras ocasiones, la celebración del 75 aniversario de la Junta Local Fallera, hará que participen reinas fallaras de la ciudad que fueron protagonistas en otras épocas de las fiestas josefinas en esta población, esta participación será muy emotiva. Para esta ocasión se han prolongado los soportes del faldón del tapiz para que este evento pueda albergar una mayor cantidad de flores en un lugar de preferencia.

La última jornada de las fiestas josefinas siempre suele ser larga. Por la mañana, la ofrenda; tarde noche quema de fallas infantiles, las grandes empiezan a las 22.30 horas y terminan ya pasadas las 24.00 horas de la noche.

Las fallas infantiles, las que suelen hacer las delicias de los más pequeños y también de los mayores, porque los trabajos que realizan los artesanos están en un buen nivel artístico son cada año más admiradas.

Sin embargo, en estos monumentos falla el diseño, en las buenas fallas infantiles es tal la cantidad de muñecos que da la impresión que se han colocado en el conjunto de la falla sin sentido de la estética o de la línea que por ordenamiento propio del artesano marca un estilo, una soltura y una claridad en la obra. Cuando veo un trabajo tan agobiante recuerdo la salida que el agricultor da a la poda de un árbol, sobre todo que este pueda respirar con soltura.

La forma de quemar las fallas ha cambiado bastante. Todas las comisiones utilizan pirotecnia para dar más vistosidad a el momento de la quema, hoy en día se quema muy poco cartón y las piezas de corcho blanco se suelen desplomar casi enteras cuando el fuego les quema el soporte, dejando limpio lo que es el armazón central haciendo que la quema de la falla sea más rápida que cuando estas se construían con cartón.

Pero todos los trabajos tienen éxito o no dependiendo del trabajo que anterior, en esta ocasión quienes preparan la quema de las fallas, buscan la salida de aire y de humos, pero el corcho blanco no da muchas opciones a no ser la cantidad de humo negro que le resta color al fuego.