La Diputación de Castelló ha consolidado su apuesta por el cuidado, recuperación y protección del patrimonio y arte sacro castellonense «como un activo que contribuya a mejorar y generar nuevas oportunidades en los pueblos de la provincia y como parte de su programa contra la despoblación #Repoblem». El presidente del Gobierno Provincial, Javier Moliner, firmó ayer un convenio de colaboración con el Obispo de la Diócesis Segorbe-Castelló, Casimiro López, y el de la Diócesis de Tortosa, Enrique Benavent, para materializar esta labor.

Para ello, la institución provincial aporta 50.000 euros para cada obispado a fin de contratar personal especializado en restauración e intensificar «el compromiso claro y decidido de esta institución por asegurar el legado eclesiástico y los tesoros artísticos que guardan nuestras instituciones religiosas. Llevamos más de tres décadas trabajando por devolver todo el esplendor a nuestras piezas más preciadas gracias al excelente trabajo que realizan las manos prodigiosas de los profesionales del Servicio de Restauración de la diputación», ha asegurado el presidente.

Durante el acto de presentación de las piezas recuperadas, a la que han asistido un centenar de representantes religiosos y municipales, ambos obispos han calificado de excelente el trabajo de conservación y restauración acometido y la importancia que éste tiene en el mantenimiento del patrimonio histórico, especialmente en los pueblos más pequeños, donde el mantenimiento de ese patrimonio también puede ser un generador de oportunidades de futuro y de lucha contra la despoblación, según han señalado desde la institución provincial por medio de un comunicado.

Despoblación

En ese sentido, el Obispo de Tortosa, Enrique Benavent, ha mostrado su «gratitud a la diputación por el esfuerzo de conservar este patrimonio tan importante para nuestras parroquias y también para el futuro de nuestros municipios, que muchos se enfrentan al problema de la despoblación y esta atención a su patrimonio significa mucho en el mantenimiento de su cultura». Algo a lo que también ha hecho referencia el Obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López, quien ha señalado que «no abandonar los pueblos también significa cuidar de su patrimonio».

López también ha puesto en valor además la iniciativa de la diputación con la mayor exposición de arte sacro de la provincia, la Llum de la Memòria. «Es muy importante por el componente importante que tiene de memoria el patrimonio histórico de nuestra provincia, pues nos recuerda de dónde venimos para poder diseñar el camino que tomamos en el presente y el futuro», ha resaltado el prelado.

La actividad en los talleres del Servicio de Conservación es intensa, y fruto de la colaboración de la Diputación con las diócesis de Tortosa y Segorbe-Castellón se ha procedido a la restauración de un total de 69 obras entre piezas metálicas y de orfebrería, esculturas, lienzos y piezas textiles de las iglesias y ermitas de los pueblos de la provincia.