Hace años que en los «dichos» que recitan los niños en la fiesta de La Esperanza de Portell el tema está encima de la mesa. Cada vez hay menos niños en el pueblo. Las advertencias que también se suceden en las relaciones de Sant Antoni (poesías que se recitan con motivo de la fiesta) se han cumplido. En Portell tan solo quedan cuatro niños en edad escolar para el próximo curso y en la actualidad solo hay siete matriculados. La escuela podría permanecer abierta pero las familias se están planteando qué hacer, si continuar en su pueblo o bien matricularlos en uno cercano. Son cuatro niños, dos parejas de hermanos, y los padres se plantean si es un ambiente escolar lo suficientemente diverso.

Por el momento, con sólo cuatro alumnos, el aulario de Portell, integrado en el Colegio Rural Agrupado Cellumbres, ya pierde un docente el próximo curso.

Ante esta situación, y sin que haya mediado una oferta oficial, la noticia del peligro que corre el colegio de Portell se ha ido difundiendo «y nos han llamado más de veinte familias» según asegura el alcalde, Álvaro Ferrer. Hasta el ayuntamiento han llegado llamadas y mensajes a través de las redes sociales. Se han interesado familias españolas, colombianas o venezolanas. El ayuntamiento no ha realizado ninguna oferta concreta, aunque según el alcalde, Álvaro Ferrer, estaría dispuesto a ofrecer el alquiler temporal de las viviendas municipales por 50 euros al mes -en estos momentos hay tres disponibles- y si llegan ayudas para empleos, realizar contrataciones.

El Ayuntamiento de Portell ha solicitado ayudas a planes de empleo de la Diputación de Castelló y la Generalitat Valenciana, pero se trata de programas de empleo temporales que no aseguran un empleo de por vida. Aun así, es un primer paso para que las familias se puedan integrar en la localidad.

Y es que la industria textil de Portell no es lo que fue, pero sigue proporcionando puestos de trabajo. En el pueblo se mantiene un mínimo hilo de vida con la tienda, la panadería, el bar y el hotel, pero todo, como la escuela, pende de un hilo.

Ante la avalancha de llamadas el ayuntamiento ha iniciado las entrevistas a las familias. Se han hecho ya 6 sobre 14. Asimismo se ha solicitado el currículum a otras que vienen de más lejos (se han recibido llamadas desde Madrid, Cantabria o Galicia). «No queremos que sea una familia que esté unos meses, o matricule a sus hijos y a las pocas semanas ya no esté aquí» apuntan desde el consistorio. Y es que en el aulario de Portell existe la experiencia de niños y niñas matriculados que luego no han asistido al colegio.

Un proyecto de futuro

El alcalde ha apuntado que la idea del municipio es que haya un proyecto de futuro de pueblo, para que los 130 vecinos que residen de forma habitual en la localidad -hay 200 empadronados- vayan aumentando y la escuela primero se mantenga y luego pueda consolidarse.

Por otro lado, la situación no es mucho más halagüeña en los aularios de Castellfort y Cinctorres, donde la reducción de alumnos también será un hecho el próximo curso. No obstante, no se llegará a la dramática situación de Portell.

El curso pasado ya supuso el cierre del colegio en Sorita. En Herbers cerró hace unos años y así la llama de los más pequeños se va apagando en una comarca con cada vez menos vecinos. Desde el Ayuntamiento de Portell añaden que «no queremos que sea una noticia de un día, queremos luchar por el futuro del pueblo y consolidarlo, aunque sabemos que es muy difícil».