La reforma del Estatut aprobada en 2006 durante el Consell de Francisco Camps refuerza la propuesta de normalizar el nombre de Castelló de la Plana. Dicha normativa consagró la única nomenclatura de la Comunitat Valenciana frente a la opción bilingüe del anterior Estatut.

Esta será una de las razones que el técnico de Normalización Lingüística del Ayuntamiento de Almassora, César Mateu, explicará esta tarde en el ciclo de conferencias que ha organizado el gobierno municipal para justificar la recuperación del topónimo histórico de Castelló. Mateu argumentará los motivos que llevaron a Almassora a aprobar la exclusiva denominación en valenciano. Destacará que tanto el PP como el PSPV apostaron en la última reforma del Estatut por poner fin a la doble toponimia de la autonomía. En el caso concreto de Almassora, indicará que el nombre valenciano es el tradicional de una localidad que pertenece a una zona de predominio de habla valenciana, y recordará que la Acadèmia Valenciana de la Llengua aboga por normalizar las denominaciones de los municipios.

Además del responsable del Ayuntamiento de Almassora, en la charla de hoy, que tendrá lugar a las 18.30 en la Llotja del Cànem, participará Guillem Castany, del departamento de Normalización de l'Alcora. El consistorio de Castelló ha invitado a l'Alcora y Almassora como ejemplos de municipios que apostaron por su topónimo tradicional con el visto bueno del PP, partido que se opone ahora a lo mismo en la capital de la plana. Almassora oficializó su nombre actual en 2016, con una coalición de gobierno formada por PSPV y Compromís pero con la abstención del PP, mientras en l'Alcora fue un ejecutivo del PP quien promovió, en 1996, la alternativa en valenciano.

El acto de hoy se desarrollará bajo el título de «la denominació oficial dels municipis valencians. Dos casos pràctics: Almassora i l'Alcora». Ambos técnicos informarán cómo ha sido la normalización del topónimo en sus localidades, así como su proceso administrativo y las ventajas que tiene. La conferencia estará moderada por Jaume Garcia, funcionario de Normalización Lingüística del Ayuntamiento de Castelló.

Asimismo, Vila-real acordó su una opción en valenciano con un gobierno del PP, en 2006.

El ejecutivo local de Castelló quiere hacer ver con estas jornadas que su intención de restituir el único nombre de Castelló responde a razones de historia y tradición y no una cuestión de discriminación del castellano, tal como denuncian el Partido Popular y Ciudadanos. También se ha apoyado en un manifiesto firmado por el cronista de la ciudad, Antoni Gascó, y los especialistas Germà Colón, Vicent Pitarch y Vicent Garcia Edo. En su escrito, esgrimen que la vertiente castellana de la capital de la Plana es «ajena a nuestra historia y cultura» y que la normalización de solo la forma en valenciano supone una «reparación histórica».

El objetivo del equipo de gobierno pasa por iniciar los trámites para renombrar la ciudad con solo Castelló en el pleno de este mes. Para ello cuenta con la mayoría simple que requiere el decreto 69/2017, de 2 de junio, del Consell, de regulación de los criterios y procedimiento para el cambio de denominación de los municipios y otras entidades locales de la Comunitat. Comenzará un expediente que razone el cambio de denominación del municipio.

La Acadèmia Valenciana de la Llengua realizará un informe que avale la modificación.