Escudero trabajó en la cantera del Villarreal y después en la fundación del Real Madrid. En estos momentos imparte su magisterio en el South Melbourne de la Segunda División australiana.

El castellonense Santi Escudero Delgado abandonó la disciplina del Villarreal, donde ejerció durante dos años como ayudante en el cuerpo técnico del segundo filial amarillo, junto al técnico Carlos Pérez Salvachúa. Causó baja hace casi un año, nada más concluir la temporada 2016-17. Quería emprender nuevos retos. Se marchó «agradecido» al club de la Plana Baixa y le surgió la posibilidad de recalar en el Real Madrid Foundation. Allí se dio a conocer y el trabajo le abrió puertas.

En estos momentos pertenece al South Melbourne FC, equipo de la Segunda División australiana, que le ofreció ir a trabajar así como segundo entrenador del primer equipo y coordinador del equipo Sub-12. Lleva allí dos meses largos, con contrato hasta septiembre, que es cuando acaba la Liga allí, y se plantea continuar más tiempo.

¿Por qué decidió marcharse al extranjero?

Sin duda alguna porque te sientes más valorado laboral y económicamente en el extranjero que en tu propia ciudad o país. El mundo del fútbol, como trabajo, y no hablo de ser entrenador, es muy complicado en España, pero en el extranjero es más fácil encontrar trabajo. No hace falta haber sido exfutbolista profesional. Con tener unos conocimientos, unas titulaciones, haces bien el trabajo y aportas cosas positivas, tienes suficiente.

¿Y por qué Australia?

Tenía varías opciones para salir al extranjero, pero decidí Australia porque había venido más veces cuando estaba en el Real Madrid Foundation y me encantó la predisposición de los futbolistas, las estructuras que tienen, a parte de la educación y disciplina que tienen los chavales desde pequeños.

¿Cómo es el fútbol australiano?

Es muy diferente a lo que es el fútbol europeo. Los futbolistas son atletas por naturaleza y basan su juego en el aspecto físico. Están en un proceso de cambio donde están conociendo y desarrollando el juego combinativo. Poco a poco van alcanzando éxitos. Y esperamos que hagan un buen Mundial y eso ayude a promocionar más el fútbol a nivel formativo.

¿Cómo lleva lo de vivir a más de 15.000 kilómetros de casa?

Es bastante difícil adaptarse a este país. Melbourne se enorme y el ritmo de vida se frenético. La cultura es diferente y echas de menos a ciertas personas. Y a pesar de todo eso, esta es una experiencia que te forma como persona y de la cual no me arrepiento el haber tomado la decisión de venir aquí.