Un tanto de Miguel Ángel Guerrero le sirvió al Leganés para sumar un meritorio triunfo ante el Celta de Vigo con el que vio recompensado su dominio y su mayor intensidad. La ausencias de Amrabat y Beauvue, que sumadas a la de Gabriel y Szymanowski afectaban al aspecto ofensivo, le dieron la titularidad en punta a Guerrero. Y fue este quien dispuso de la primera ocasión del partido cuando capturó un pase en profundidad de Rubén Pérez y encaró en solitario la meta rival. Oportunidad muy clara culminada con un disparo que pasó rozando el palo.

Eran los primeros instantes de un choque abierto, ideal para buscar los balones largos a espaldas de los zagueros. Y ese escenario resultó del gusto de un anfitrión que se encontró cómodo. Solo una vez tembló, pero el cabezazo de Iago Aspas a centro de Pione Sisto lo sacó con acierto Cuéllar.

El resto del peligro, para los madrileños. Diego Rico probó con un tiro que se fue alto, Guerrero con otro que pasó no muy lejos de la madera. También Omar se acercó, pero su falta lateral se perdió por la línea de fondo.

En la segunda mitad, llegó el gol. Lo cocinaron los blanquiazules con calma, exhibiendo los protagonistas del mismo algunas de sus virtudes individuales. Primero Eraso, cuya constancia le valió para aguantar un balón junto al córner antes de encontrar a un compañero. Luego Rubén Pérez, quien demostró visión para filtrar un pase entre líneas. El Zhar, con un cambio de ritmo, hizo gala de su desborde. Y Guerrero, entrando en el primer palo, tuvo premio al esfuerzo adjudicándose la diana. El Celta fue incapaz de reaccionar, y pierde otra ocasión de acercarse a la séptima plaza.