La asociación cultural Centenari Albinegre nació cuando corría tanto peligro el Centenari como lo Albinegre. El jueves entregó a David Cubillas el premio al mejor gol orellut del año 2017, en una cena. Allí se lo dio Cioffi, un mito setentero y ochentero, y el 9 del Castellón se marchó con una promesa. El próximo gol tendría dedicatoria. Dicho y hecho, ayer, palabra de Cubillas: recibió un pase de Javi Rubio y batió al portero del Novelda por bajo. Durante el festejo formó una C con la mano. No era la C del Castellón ni la C de Cubillas ni la C de Cioffi ni la C de campeón, objetivo más cercano tras el 1-0 en Castalia. Podría haber sido cualquiera de esas, y en el fondo un poco lo eran todas, pero sobre todo era la C de Centenari, efeméride que el club espera celebrar en 2022 disfrutando del fútbol profesional.

Queda mucho para eso, pero el Castellón dio ayer un nuevo pasito para huir de Tercera. Ganó el equipo de Escobar y tampoco fallaron sus perseguidores. El Castellón custodia un punto de ventaja respecto al Orihuela a falta de cinco jornadas para el final de la Liga. Ayer logró la victoria, la décima en diez partidos para Escobar en Castalia, y algo más, recuperó eso que llaman señas de identidad. Después de seis partidos seguidos encajando gol, el Castellón mantuvo la puerta a cero y volvió a parecer un equipo de Sergi Escobar. Esa solidez multiplicó el valor del 1-0, el de Cubillas, antes del descanso, a la larga un gol ganador y de peso.

El Novelda, tercer mejor visitante del grupo, llegó a Castalia dispuesto a no equivocarse, y le fue bien mientras así fue. Se encastilló con tres centrales, dejó a Piera solo en punta y cerró pasillos por dentro y por fuera a base de acumulación. El Castellón, sin Juanjo, sin Serra y sin Sales, formó con Marenyà en la izquierda a pie cambiado, rememorando viejos tiempos. Por ahí volcó, desde la salida con Arturo, la mayoría de los ataques. Alberto se lució volando en el minuto 5 para despejar un tiro enroscado de Marenyà, cuya tendencia a venirse hacia el medio, además de abrochar la tarea defensiva, iluminó la mejor ocasión de la primera media hora. En el minuto 28, el capitán enganchó entre líneas y lanzó a Ferreres en la subida profunda. El centro meloso de Ferreres lo cabeceó fuera Cubigol.

Cubillas falló la primera pero no la segunda y el Novelda vino a no equivocarse pero al final cometió un error. En el juego mascado le costaba al Castellón, obligado a interpretar unos automatismos poco habituales. Casi era mejor perder en campo contrario y propiciar la trampa para robar en la salida. Un tiro cruzado de Colomer, en el 29, anticipó la fórmula del gol. El Novelda se enredó, Rubio robó muy alto y plantó a Cubillas frente al meta. Ocurrió en el minuto 39: por bajo y a la corta, gol.

En ventaja

Pudo marcar el Castellón el segundo antes del descanso, en una doble ocasión de Cristian y Cubillas que repelió el travesaño. No lo hizo y en el segundo tiempo padeció. No concedió ocasiones, porque Zagalá apenas tuvo faena, pero la estrechez del resultado alimentó la tensión. Dejó escapar un par de opciones a la contra (Alberto volvió a tapar un disparo de Marenyà en la más clara), y el Novelda adelantó líneas, cambió el dibujo y percutió por el costado de Cristian, caído y remolón en la ayuda a Abraham en la banda diestra, agujereada desde el cambio de Colo. Se tapó esa vía con Pedra en el tramo final, y William, de vuelta tras una larga inactividad, rozó el segundo en una maniobra en el área junto a Cubillas. No hubo gol ni anestesia, pero bastó con la puerta a cero.