Después de mucho sufrir, la permanencia ya está asegurada. El Peñíscola RehabMedic seguirá un año más en la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala, tras derrotar ayer al Levante por un gol a cero, en un duelo competido y muy complicado. El único tanto del encuentro lo transformó a Terry que fue el responsable de anotar el penalti que servía para abrir el marcador. Una victoria muy sufrida porque los visitantes nunca dieron el partido por perdido, aunque al final tuvieron que hincar la rodilla.

El primer tiempo fue igualado, con muchos nervios por parte de los locales por lo que estaba en juego, y ante ellos un Levante más tranquilo. Pronto llegaron las oportunidades y, a los 2 minutos, un remate de volea de Michel era neutralizado por Prieto. Cinco minutos más tarde mano a mano de Márquez y Molina, ganado por el meta del Peñíscola. Insistió el Peñíscola y a los 10 minutos remate de Michel que Prieto sacaba con el pie, respondiendo el Levante un minuto más tarde, con un remate de Jorge Santos al larguero.

La tuvo de nuevo el equipo visitante, con otro mano a mano, entre Sena y Molina, resuelto por el meta local. En los últimos minutos el Peñíscola buscó el gol, con más corazón que cabeza, por lo que sus llegadas fueron neutralizadas por el equipo ayer blanquinegro.

No cambió mucho el decorado tras el descanso, pero con un Peñíscola más animado. Un recuperación con balón a Rubén Orzáez acabó con derribo del meta Prieto. Lanzó Terry y abrió el marcador ante la alegría de la afición local. Cecilio daba un susto a los 27 al rematar solo ante Molina demasiado cruzado.

Proteger la renta

Al Peñíscola le tocaba defender con uñas y dientes ante un rival que encima presionaba la salida local. A los 28 minutos, caída de Bagatini dentro del área, pero los colegiados no señalaron nada. Cecilio estuvo a punto de empatar, pero Molina rechazó su disparo a los 29. Tras una jugada con empujones y discusiones, los colegiados sacaron tres tarjetas, el balón salió a córner y a punto estuvo Terry de marcar el segundo.

Para tener al equipo lo más fresco posible, Marcos Angulo realizaba cambios de cuatro en cuatro y así poder presionar al Levante e impedir llegasen los visitantes con facilidad a su portería. A falta de tres minutos Molina vio adelantado a Prieto y a punto estuvo de marcar gol. Un minuto más tarde Prieto le devolvía la jugada para que Molina despejase fuera de banda. Levante pidió tiempo muerto a falta de 2:12. Márquez salió como portero-jugador en el último minuto, dando el susto Tripodi al rematar al palo.