El 70 por ciento de los profesores asociados de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló que han sido encuestados han votado sí a sumarse a la huelga indefinida que iniciaron sus colegas de la Universitat de València (UV), y a la que también se sumaron ayer el personal docente asociado de la Universitat Politècnica de València (UPV). Según explicó ayer la portavoz del profesorado, Mavi Oliver, se ha iniciado una ronda de contactos con los sindicatos para que sean ellos quienes convoquen y avalen el paro y poder ejecutarlo. «Ya hemos contactado con dos sindicatos y nos han confirmado que apoyan nuestro manifiesto y nuestras reivindicaciones pero queremos reunirnos con todos los representantes sindicales», apuntó Oliver tras la asamblea celebrada ayer para abordar este asunto.

La portavoz añadió que, aunque no inicien ya la huelga, seguirán mostrando su apoyo a los colegas de València y continuarán asistiendo a las concentraciones que convoquen para reivindicar las mejoras laborales. Asimismo, anunció que pedirán una entrevista con la catedrática y candidata al rectorado de la UJI, Eva Alcón, para exponerles su situación y ver, en qué medida, está de acuerdo con las propuestas y qué mejoras podría incluir en su programa electoral. En el contacto con los sindicatos, el profesorado asociado ha pedido, además, convocar una mesa negociadora para abordar las reivindicaciones para llegar a acuerdos concretos.

Hasta ahora, los profesores asociados de la UJI, que representan el 35% del profesorado, habían hecho público un manifiesto en el que denuncian la precaria situación laboral en la que se encuentran desde hace años. No obstante, todavía no se ha decidido si sumarse a la huelga indefinida, aunque tras la encuesta, se conoce que la mayoría de los afectados estarían a favor del paro indefinido.

Las demandas de los profesores asociados se concretan en que la retribución docente se equipare a las figuras de PDI (con plena capacidad docente) y que las tareas extra de gestión e investigación se vean recompensadas también en las retribuciones y de cara a la promoción. También se pretende acabar con la precariedad en que se han visto sometidos los contratos desde hace más de 10 años. «Los departamentos han llenado de contrataciones precarias la docencia impartida. Hemos asistido a constantes salidas y entradas de profesorado asociado nuevo, o contratado de manera intermitente. Es hora del reconocimiento de la tarea docente, dándole la continuidad necesaria y concatenando sus contratos», asegura Oliver.