Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión | Las curante

Nadie sabe cómo ha sido

Cumpliendo los premonitorios versos de Machado, llegamos a la estación preferida del poeta, aquella en la que la salud me pasa factura

Cumpliendo los premonitorios versos de Machado, llegamos a la estación preferida del poeta, aquella en la que la salud me pasa factura. No es que los vaivenes en grados Celsius -y Fahrenheit y Kelvin- deriven en constipados por no saber nunca qué ropa llevar, ni que la polinización llene el ambiente de alérgenos; es que la sangre altera, que diría el refranero más castizo.

Y es verdad. Ya me sabe mal por esa legión de seguidores que (mal)viven de llevarme la contraria, pero llegado a este punto, y ahí están las hemerotecas, me asalta la pasión y me abrazo a la clasificación, con perdón del ripio. Todo me resulta banal, por borde que se ponga Montoro con nuestra deuda, Osuna reclamando la propiedad, Cruz salvándose de la quema, Sentimiento contra el mundo, la justicia perdida entre mil detalles y el club allanándose, el actual consejo mal disimulando sus fracasos, el futuro propietario subiendo a toda prisa al carro del ascenso, y hasta el ayuntamiento con el oportuno futuro convenio o los goles sur y norte tomando posiciones frente a las investigaciones policiales que, por fin, haylas. Me da igual, o casi. Es primavera, ergo manda el balón.

Me pasa todos los años. Es mi desgracia. Y mi ventaja. Digo que yo sigo sacando mi abono mande quien mande, ayer en Primera y hoy en Tercera, deseando que gane el equipo con independencia de si eso puede reforzar o no mis críticas. Otros no fue siempre así, anteponiendo demasiadas veces su interés y sus fobias a las necesidades del club, por mucho que hoy estiren el cuello en su afán por negar su pasado o maquillar las dudas que siguen vivas en derredor del club. En ese desesperado intento pretenden patrimonializar los triunfos deportivos y hacernos creer que resulta incompatible alegrarse de las victorias y cuestionar determinadas decisiones mercantiles, jurídicas y administrativas.

Por si alguien todavía arrastra alguna duda. Nada me haría más feliz del mundo que aplaudir mis tantas veces cuestionadas rotaciones e iniciar la colecta para que un busto de Sergi Escobar corone el monumento del ascenso. Porque en primavera sólo quiero ganar. Ojalá todos hubieran deseado lo mismo cada temporada, y no como en esta primavera que todos son del Castellón, y nadie sabe cómo ha sido.

Compartir el artículo

stats