Sergi Escobar se marchó de la sala de prensa pidiendo: «incidid en la afición, que ha sido la hostira». El entrenador del Castellón sigue contando los partidos en Castalia por victorias, y anoche valoró especialmente la «ayuda» de la grada para capear los malos momentos, que los hubo, en el 3-1 sobre el Silla. «Cambia mucho que los jugadores sientan apoyo en esos momentos de duda, a que hubiesen sentido bronca. La comunión entre el equipo y la grada es magnífica y lo agradecemos», dijo Escobar, que no salió por contra tan contento por la gestión del partido que hizo su equipo. «Al descanso les he dicho que no me reconocía. En el global no estoy contento. Perdimos el empaque que nos debe caracterizar».

La falta de contundencia del Castellón reavivó las llamas de un partido que parecía finiquitado con 2-0 en el minuto 13. «Sabíamos que iban a arriesgar en la salida y les apretamos arriba. No se han adaptado bien al césped y lo aprovechamos. Marcamos dos y pudieron ser más, pero no hicimos el 3-0 y ellos tienen jugadores de calidad. Acabaron el primer tiempo más cómodos», explicó Escobar. «En el segundo salimos fuertes pero Cristian ha tirado fuera varias que suele acertar y tampoco sentenciamos. Luego ellos no han creado peligro, pero sí daba la sensación de que algo podía pasar».

Por suerte para el Castellón no pasó, y los de Escobar siguen con cuatro puntos de margen a falta de siete jornadas. «Hay que mentalizarse de que en casa hay que ganar los cuatro partidos que nos quedan. Si hacemos eso, con poco que consigamos fuera seremos campeones». Son las cuentas de Sergi Escobar.