Una parada militar, la jura de bandera y un desfile de diversas unidades en el Passadís de les Arts del Parque Ribalta cerró ayer al mediodía la estancia de la Guardia Real durante una semana en diversas localidades de la provincia de Castelló.

Una semana que ha tenido un doble componente para el cuerpo de escolta y protección del jefe del Estado español ya que, además de dar a conocer las diversas unidades que componen la Guardia Real, los militares también han completado el adiestramiento en diversos aspectos, como la escalada, la táctica, el buceo o el ensayo de movimientos de la unidad por la alta montaña.

En este sentido, el coronel Eduardo Diz Monje, jefe de la Guardia Real desde septiembre de 2016, indicó en su discurso el agradecimiento a los alcaldes, instituciones y acuartelamientos militares que han facilitado su estancia en Castelló y describió la variada idiosincrasia de la orografía castellonense.

De esta manera, el coronel Diz Monje se dirigió a los «queridos castellonenses» y destacó las playas, las montañas, los cultivos y los paisajes naturales de lugares de Castelló tan memorables como Benicarló, Orpesa, Vilafranca, Vilafamés, Vistabella, Borriana, Vila-real, Catí, Sant Mateu o Morella, aunque cabe apuntar con poco acierto en cuanto a la denominación y la toponimia de las comarcas.

Así mismo, el coronel quiso destacar el «gran patrimonio» cultural de Castelló y calificó a los diversos municipios de interior como «auténticos museos naturales», ensalzando las leyendas e historias que les han transmitido durante estos días.

En concreto, el coronel dio las gracias a la Diputación de Castelló por haber acogido la exposición en el Palacio Provincial, así como a la subdelegación del Gobierno por el apoyo y los servicios de seguridad, mientras que agradeció a la Generalitat la cesión del Auditori i Palau de Congressos de Castelló y los permisos ara los ejercicios en los parques naturales, así como a los diferentes cuerpos del ejército que han acogido a los militares de la Guardia Real.

Como símbolo del agradecimiento, el coronel Diz Monje hizo entrega a la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, de una bandera que hasta ahora ondeaba en el Pardo y que ha acompañado a la Guardia Real en su estancia en la provincia. La enseña fue arriada con honores y salvas de artillería antes de ser doblada y entregada a la primer edil. Un acto en el que también participó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues.

La parada militar transcurrió sin incidentes, salvo un pequeño desmayo de una integrante de la Unidad de Movimientos Floreados, que fue rápidamente socorrida por sus compañeros.

Como acto destacado de la parada se celebró una jura de bandera en la que participaron 200 ciudadanos, precedidos de autoridades políticas, como el presidente de la Diputación, Javier Moliner, los senadores del Partido Popular,Manuel Altava y Alberto Fabra, así como la diputada de Ciudadanos en el Congreso, Sandra Julià, el subdelegado del Gobierno en Castelló, David Barelles o el Fiscal Jefe de Castelló, José Luis Cuesta. También juraron bandera los concejales Begoña Carrasco, Vicente Vidal, Carlos Feliu, Cristina Gabarda, María España, Vicente Guillamón, la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués y el delegado territorial de presidencia de la Generalitat, Adolf Sanmartín, entre otros.

Tras este acto, las diversas unidades de la Guardia Real desplegadas en Castelló realizaron un desfile por el propio Passadís de les Arts del Parque Ribalta, unas instalaciones que estuvieron repletas de espectadores tanto durante la parada militar, como durante la jura de bandera y el posterior desfile.