Con un éxito rotundo y gran expectación se saldó ayer la celebración de la primera edición de las jornadas de trashumancia que ha tenido lugar en Altura durante todo el fin de semana. Una novedosa iniciativa promovida por la Asociación Base por Altura y el Parc natural de la Serra Calderona, en el que colaboran además el Ayuntamiento, Trashumancies Valencianes y Altica donde, a través de distintas iniciativas pusieron en valor la trashumancia, dieron a conocer la importancia histórica de las vías pecuarias e intentaron fomentar el pastoreo como medio de vida, entre otras muchas cuestiones. Charlas, talleres, subasta de pastos e incluso una muestra del paso de más de mil cabezas de ganado por el centro de Altura han copado estas jornadas.

Y es que, aunque como explicaba uno de los organizadores de Base por Altura “la experiencia ha sido buena, para la próxima edición trabajaremos en mejorarla un poco, porque queríamos que el paso fuera un paso procesional, pero los animales son los que mandan y ha habido momentos que se han alborotado un poco”. Aún así, apuntaba, “la experiencia es sin duda para repetirla y para mejorarla”.

El programa empezó el viernes con una mesa redonda en la que se trataron puntos candentes como el presente y futuro de la Trashumancia y la recuperación de las veredas en la que participaron representantes de la Escola de Pastors de la comunitat Valenciana, el Parc Natural, la plataforma forestal, pastores locales, la antropóloga Àgueda Vitoria y Trashumàncies Valencianes. Por su parte, los más pequeños disfrutaron aprendiendo las posibilidades de la lana en un taller didáctico en la casa de la cultura, mientras que, por la tarde, se llevó a cabo la subasta de pastos en el salón de plenos de Altura como un acto abierto testimonial a lo que hoy día ser realiza para repartir los pastos en la localidad.

Las actividades culminaron ayer con la realización del recorrido a pie con pastores y ganados a través de la Vereda de Altura, desde la Masía San Juan hasta la población. Unos seis kilómetros de trazado en los que participaron tres ganados distintos, uno de 450 ovejas, otro de 500 y otro de más de 300 al que también acompañaron unas 80 personas “superando todas las previsiones iniciales”.

El momento de mayor expectación fue sobre las 13 horas, cuando el ganado llegó a pleno núcleo urbano entre un gran número de gente que se colocó por los alrededores para visualizar esta inusual estampa. Fue aquí cuando, nerviosas por la situación, las ovejas dudaron en su recorrido pero, rápidamente, el error fue subsanado y volvieron a encarrilarse por la vereda alturana para tomar el camino Aragón hacia el paraje del Berro. Una comida de hermandad a la que asistieron más de 100 personas de guisado de cordero puso el fin a estas jornadas