El gobierno de la Diputación de Castelló, en manos del PP con mayoría absoluta, sacó ayer adelante en el pleno ordinario de la institución una modificación presupuestaria por un global de 26 millones de euros, desglosada en cuatro expedientes, que se financiarán del remanente de tesorería, y especialmente del superávit que generó la institución el pasado ejercicio (21 millones de euros).

El grueso de esta modificación se destinará a la financiación de un segundo Plan 135 por igual cuantía que el aprobado ayer, es decir, 12, 4 millones de euros. Otros dos millones se destinarán a inversiones en el Consorcio Provincial y 4,6 para la amortización de la deuda.

El único aspecto de la modificación presupuestaria que concitó la unanimidad de los cuatro grupos políticos con representación en al corporación provincial (PP, PSPV, Cs, Compromís y CesM) fue el relativo a una segunda convocatoria del Plan 135 por la misma cuantía que el aprobado ayer, por 12,4 millones de euros.

Esta unanimidad sobre el Plan 135 no pasó desapercibida para el presidente de institución, el conservador Javier Moliner, que bajó el telón de la sesión plenaria enfatizando ese esfuerzo inversor de la diputación en los municipios, «la mayor en su historia, con 24, 8 millones», puntualizó. «Hoy [ayer para el lector] estamos lanzando un mensaje unánime a todos los castellonenses, diciéndoles que todos los partidos políticos nos ponemos de acuerdo para impulsar la mayor inversión de la historia de esta diputación en los pueblos», añadió.

En el resto de expedientes de la modificación presupuestaria, los grupos de la oposición optaron por la abstención o el voto en contra, sobre todo en referido al del Consorcio Provincial de Bomberos y la propuesta del PP de destinar 900.000 euros para la puesta en marcha del parque de bomberos voluntarios de Benassal.

Los portavoces de CseM, Compromís y PSPV criticaron la estrategia del PP de apoyar al cuerpo de bomberos voluntarios en detrimento de las necesidades de los bomberos profesionales del Consorcio.

Por otra parte, el pleno aprobó dos mociones impulsadas por el Grupo de Ciudadanos, merced al apoyo de los diputados del Grupo Popular. En la primera moción, el pleno acordó instar a la Conselleria de Hacienda a modificar el impuesto de sucesiones para reducirlo e incrementar las bonificaciones al 99% para el primera millón.

La portavoz de Cs, la diputada Cristina Gabarda, justificó su iniciativa en «la injusticia del modelo actual del impuesto de sucesiones, con 20 regímenes fiscales distintos». Gabarda señaló que el pasado año 414 vecinos de Castelló tuvieron que renunciar a una herencia por no poder pagar el impuesto correspondiente.

El pleno aprobó con los votos a favor de PP y Cs , la abstención del PSPV y la oposición de Compromís y CseM una moción de los populares en defensa del estado democrático en que se condena los actos violentos producidos en la provincia como consecuencia del desafío soberanista catalán.