El Consell Rector de Festes seguirá adelante con el expediente disciplinario abierto contra el presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, tras aprobar ayer, por ocho votos a favor y dos en contra, el informe que justifica el rechazo de las dos recusaciones que había realizado Bellido, uno contra el gerente del Patronato, Vicente Montolío, y otro contra la secretaria general del pleno. Fue una reunión breve, apenas 10 minutos, pero sirvió para que se leyese el informe jurídico que considera capacitados para seguir trabajando en el expediente tanto al gerente del Patronato como a la secretaria.

La presidenta del Consell Rector y concejala de Fiestas, Sara Usó, destacó a la salida del Consell Rector que se trata de un procedimiento que demuestra que se le han dado «todas las garantías» a Bellido para que realice los pasos oportunos para su defensa. La votación final dejó solos a los representantes del PP, Carlos Feliu y María España, qué sí apoyaban las tesis de Bellido. Los 8 restantes, miembros de PSPV y Compromís y de sectores vinculados con las fiestas, votaron a favor del informe que rechazaba las recusaciones de Juanvi Bellido. Los representantes de Ciudadanos y Castelló en Moviment no estuvieron presentes.

Con ello, Montolío seguirá adelante con el expediente disciplinario, abierto el pasado 22 de marzo, por una presunta mala gestión de Bellido marcada por desplantes a cargos públicos -en especial a la concejala Sara Usó-, un incidente con el cónsul de Rumanía, ausencias injustificadas a actos de la Magdalena o la venta de lotería sin tener capacidad jurídica.

El concejal popular, Carlos Feliu, señaló tras el Consell que, aunque «respetamos el informe del Secretario, no lo compartimos porque, a pesar de que éste no aprecia que el instructor del expediente recusado por Bellido pueda obtener beneficio alguno, consideramos que dado que Vicente Montolío formó parte de una candidatura alternativa a la del actual presidente de la Junta de Fiestas en 2015, puede existir un interés personal por parte de Montolío para salir beneficiado en la polémica que el bipartito ha creado con las fiestas». Para Feliu, «existen suficientes funcionarios en condiciones más favorables de imparcialidad para la tramitación de este expediente».

Las alegaciones de Bellido

En sus alegaciones Bellido consideraba que «resulta contrario a las más elementales normas del derecho a la tutela judicial efectiva, y a una defensa con garantías de imparcialidad», que una de las partes afectadas se convierta también «en juez». Se refería en este sentido al origen principal, a su juicio, de la apertura del expediente disciplinario, que es la presunta conducta desconsiderada de Juanvi Bellido con la concejala de Fiestas, Sara Usó, en el acto de entrega de premios de las gaiatas de la pasada Magdalena. «Es evidente que el Consell Rector, presidido por la señora Usó, no es el órgano más adecuado para la incoación del expediente sancionado», Consell Rector que «está contaminado por el evidente interés que tiene en el resultado final de este expediente y por ser su presidenta la afectada principal y causa de su apertura», subrayaba.

Bellido, en sus alegaciones, se centraba por otro lado en Vicente Montolío, gerente del Patronat de Festes y encargado de instruir el expediente, a quien no duda en recusar. Así, recordaba que Montolío ocupaba un lugar destacado en la candidatura de Javier Gimeno, que fue una de las que fue derrotada por Bellido en las elecciones de 2015. «El señor Montolio tiene un interés personal en el asunto de que se trata», señalaba.

Acciones penales

Juanvi Bellido, tras denunciar que el expediente se ha «rellenado y engordado de manera gratuita», considera que todos los acontecimientos han salido publicados con expresiones que lesionan su dignidad, por lo que de forma paralela ha iniciado «las acciones penales» que le corresponden en defensa de sus «derechos lesionados» y que «responden a una campaña orquestada y dirigida desde le minuto uno» de su nombramiento para apartarlo del cargo, habiendo sufrido «descalificaciones y ataques personales infundados e insidiosos que conviene poner fin de una vez».