Con la llegada de la primavera, y aunque parezca que el buen tiempo se esté resistiendo a hacer acto de presencia, por fin, en la provincia, los colectivos falleros de Borriana ultiman detalles para celebrar la que, sin duda, es uno de sus citas más peculiares y distintivas.

Las Cruces de Mayo, pese a que se celebran en otras localidades dedicadas a las fiestas falleras, encuentran en la capital de la Plana Baixa su máximo exponente y es que, estas fiestas declaradas de interés turístico provincial, consiguen atraer cada año a cientos de visitantes entorno a monumentos florales dignos de admirar.

Cada una de las diecinueve fallas con que cuenta el municipio prepara con esmero su cruz, realizada con claveles naturales de color rojo y blanco, para plantarla justo en el emplazamiento en que durante las próximas fiestas de San José se alzará el monumento fallero.

Además, las comisiones han llevado esta tradición a otro nivel, creando enormes jardines que llenan las calles de color, arte y fragancia, dado que las flores naturales son la materia prima con la que consiguen crear obras innovadoras, como las que suele ofrecer la falla la Ravalera o el Barri València, o más clásicas, como las de l'Escorredor, las fallas del Pla o la Bosca.

La primera referencia sobre las cruces de mayo en Borriana datan del año 1944 y hoy por hoy son requisito indispensable para el desarrollo de las fiestas josefinas.

Los casales y talleres se afanan, pues, durante estos días previos para acabar los diseños y las estructuras de las cruces, elaborar las piezas de decoración, elegir con cuidado las flores y plantas, e incluso construir balsas y fuentes que no faltarán en las creaciones más ostentosas.

Durante la jornada de ayer ya se pudo ver en la calle las primeras construcciones destinadas a la colocación de las tradicionales Cruces de Mayo. Como explicó la concejal de Fiestas, Lluïsa Monferrer «desde inicio de semana los casales son un hervidero, y aunque hasta hoy no se ha podido ver la actividad en la calle, hay que recordar el laborioso trabajo y la dedicación de muchos falleros y falleras para continuar con una tradición como las Cruces de Mayo que nos identifica como pueblo y que tiene una importancia especial para los y las borrianenses dentro del ciclo fallero anual».

La fiesta comenzará el viernes y el domingo se conocerán a las ganadoras, entre las que el Barri València vuelve a partir como una de las favoritas tras alzarse con el doblete los últimos cinco años.