A pocas semanas del inicio de las fiestas patronales de San Pascual, las concejalías de Fiestas y de Seguridad Ciudadana trabajan coordinadas para garantizar el normal desarrollo de los festejos. Los responsables de ambas áreas, Javier Serralvo y Silvia Gómez, se reunieron ayer con representantes de las principales peñas y agrupaciones, con el objetivo de abordar la normativa en materia de convivencia ciudadana y clarificar las posibles dudas.

«Las fiestas son un paréntesis importante en la rutina del día a día, promueven las relaciones vecinales y favorecen la economía local, con impacto económico estimado en 1,5 millones de euros. Pero, para asegurar el éxito de las semanas de fiestas, es fundamental también trabajar por garantizar el respeto al descanso de los vecinos y por la convivencia cívica», señaló Serralvo. «En general», puntualizó Gómez, «las fiestas de Vila-real destacan por ser unos festejos multitudinarios, pero relativamente tranquilos; pero no podemos obviar que en determinadas zonas se reciben quejas por parte de los vecinos por cuestiones como ruidos o suciedad que, si ponemos todos un poco de nuestra parte, debemos poder atajar», agregó la responsable de Seguridad Ciudadana.

Con este objetivo, la Policía Local y la Concejalía de Fiestas han convocado recientemente a los responsables de unas 25 peñas ubicadas en las zonas donde se registran un mayor número de quejas, como pueden ser el arrabal del Carmen y calles adyacentes, Cristo de la Penitencia, Tremedal o San Joaquín, entre otras. En el encuentro, han participado también el comisario principal y el intendente de la Policía Local.

«Hemos abordado con todos ellos la ordenanza de convivencia ciudadana, que contempla cuestiones como los horarios de la música en los casales, la prohibición de distribuir alcohol a menores o el mantenimiento de la vía pública en buenas condiciones», incidió Gómez. «Se trata de trabajar codo con codo, Policía, Junta de Fiestas, peñas, Ayuntamiento y vecinos», indicaron.