El personal sanitario de los ambulatorios (Atención Primaria) de la provincia de Castelló han manifestado, a través de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), su intención de dejar de atender a los pacientes de sus colegas en sus ausencias si la Conselleria de Sanitat no cubre las bajas o no les paga las horas extras. El sindicato no descarta que, «en caso de prorrogarse la pasividad del Consell», los afectados planteen medidas más «drásticas» como secundar una paralización de la actividad extraordinaria cuando por razón de libranzas, vacaciones o bajas laborales no se sustituya al personal sanitario.

Esta situación derivaría en un «caos asistencial» de «proporciones desconocidas» en fechas señaladas como verano, Semana Santa o temporadas de gripe. «Los médicos, enfermeros y matrones llevan cinco años atendiendo a todos los pacientes, los suyos y los de otros compañeros, pero lo están haciendo a sabiendas de que legalmente hay una irregularidad que le compete solucionar a la Conselleria de Sanitat», apuntan dese el sindicato.

Desde el CSIF se denuncia que la Generalitat Valenciana «incumple sistemáticamente» el acuerdo de 14 de julio de 2006 por el que se regula la cobertura de la asistencia sanitaria a los usuarios mediante el refuerzo y las sustituciones en los equipos de atención primaria. Asimismo, el sindicato reclama el pago de las horas extras (acumulación de cupos) que tienen que asumir los médicos, enfermeros y matrones porque no se realizan dichas sustituciones, ya que tienen que atender a los pacientes de sus compañeros ausentes.

Dicha queja se formalizó ayer ante el Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana avalada por el 90 por ciento del personal sanitario afectado y que, según el sindicato, han plasmado su firma en el documento de denuncia. El sindicato pide amparo para el colectivo argumentando que «se están vulnerando los derechos de los profesionales al mantenimiento de las condiciones laborales adecuadas, que no se producen dado que la administración no sustituye prácticamente nada, salvo en los centros en los que hay recursos únicos, vulnera los derechos de los usuarios y pacientes a tener una sanidad de calidad, ya que el profesional no puede dedicarles el tiempo adecuado, porque tienen que ver a los pacientes de otro compañero».

En el escrito al Síndic se explica que en el acuerdo de 2006 se hacía referencia a la necesidad de reforzar las plantillas de los equipos de Atención Primaria y garantizar el normal funcionamiento durante todo el año, ante la necesidad de compaginar el derecho del personal sanitario al disfrute de vacaciones con el de los ciudadanos a recibir una asistencia sanitaria adecuada, dada las dificultades en encontrar sustitutos, y de aplicación para los periodos vacacionales.

El acuerdo de 2008 extiende a todo lo previsto en el anterior a todo el año, y no solo a los periodos vacacionales y los programas de refuerzo, sino también a los planes especiales de refuerzo, como los de Semana Santa, Pascua y Navidad. En síntesis, lo que viene a establecerse es «la necesidad de sustituir al personal facultativo, de enfermería y matrones de los centros de Atención Primaria y contratar al personal y, en el caso de que no hubiera candidatos, ordenar la acumulación de cupos, esto es, que el profesional atienda, no solo a sus pacientes, sino también el cupo de un compañero ausente».

«Abuso de su posición»

Además, se añade que «desde hace cinco años la administración, en un claro abuso de su posición dominante, ha optado por acumular cupos y no sustituir, aunque haya sustitutos disponibles, como forma de ahorrar dinero y, además, no pagar a los profesionales a los que se les acumula las cantidades». Según la central sindical, la Conselleria de Sanitat se estaría ahorrando 3.405 euros al mes por la sustitución de un médico y 2.320 en el caso de enfermeros y matrones. Asimismo, en el caso de las horas extras en el mismo horario, el importe sería de 1.891 en el caso de los médicos y 1.229 para matrones y enfermeros. Si las horas extras se realizan a continuación de la jornada laboral, el importe asciende a 2.800 euros para los médicos y 1.881 para enfermeros y matrones. Las cantidades son en bruto.