Un camionero eslovaco fue detenido ayer tras una persecución por parte de la Guardia Civil que se desarrolló en los municipios de Benicàssim y Orpesa.

Tal y como comentaron fuentes consultadas, el conductor de un camión golpeó varios vehículos en una calle de Benicàssim e iba haciendo zig zag. Tras ser requerido por los vecinos del municipio que se vieron alertados por la forma de actuar de este camionero, el mismo emprendió una huida por la N-340 hacia el municipio vecino de Orpesa. Fue entonces cuando se inició una persecución por parte de la Guardia Civil hasta que consiguieron darle el alto.

Al identificar al conductor, los agentes le practicaron la prueba de alcoholemia que dio como resultado 1,21, miligramos por litro de aire expirado, un resultado muy elevado ya que la tasa de alcohol permitida ya que en el caso de conductores profesionales que se dediquen al transporte de mercancías o de viajeros la tasa de alcohol máxima permitida es de 0,15 miligramos por litro de aire expirado.

El camionero eslovaco no tiene domicilio conocido y las diligencias fueron practicadas por la Guardia Civil de Benicàssim.

Recordar que hace casi un mes, y como informó Levante de Castelló, una conductora de ambulancia dio positivo en un control de alcoholemia realizado mientras realizaba un servicio de urgencia en el municipio de Orpesa.

La conductora se desplazó de Torreblanca hasta Orpesa para atender a una joven que había sufrido un accidente con su motocicleta y cuando la condujo hasta el centro de salud del municipio se le realizó el test de alcoholemia y en la primera prueba el dato fue de 0,33 mg/ litro en aire espirado. Tras este suceso la conductora de la ambulancia admitió los hechos y se dio de baja en su trabajo.