Castelló continuará siendo la cuarta provincia de España con mayor número de presos de ETA alojados en sus cárceles tras la decisión del Gobierno de mantener la dispersión a pesar de la petición de los mediadores internacionales de acercamiento al País Vasco. Los 16 reclusos etarras seguirán cumpliendo sus penas en los centros penitenciarios de la capital de La Plana y de Albocasser, donde se localiza el histórico Iñaki Bilbao, Iñaki de Lemona, lejos ya de la disciplina de la banda al ser expulsado hace más de una década por abogar y defender el desarme.

Según datos del Ministerio del Interior, solo las provincias de València, con 26 reos encarcelados; Cádiz, con 22; y Murcia, con 17 reclusos, albergan más etarras que Castelló.

Actualmente, ETA tiene en las cárceles a unos 360 miembros, de los que 280 se ubican en España y el resto se encuentra en Francia, donde están recluidos algunos de los etarras con un horizonte penitenciario más largo. Bien es cierto que el descenso de su población reclusa es notable, ya que hace apenas cinco años rondaba los 600 presos.

En este sentido, desde 2012 el ritmo de etarras que salen de prisión supera al de los que ingresan como consecuencia de operaciones policiales, sin olvidar el efecto de la derogación de la doctrina Parot en 2013 que, en poco más de dos meses, supuso la excarcelación de 63 etarras.

Distribuidos en 44 prisiones

Los que están a día de hoy entre rejas cumplen condena distribuidos en 44 cárceles españolas y una veintena francesas, además de una etarra pendiente de extraditar desde una prisión suiza, otro desde Reino Unido y un tercero en Portugal.

De todo el colectivo de presos, son más los encarcelados sin delitos de sangre que los condenados por asesinato y es en Francia donde se concentran los arrestados de las últimas cúpulas.

Atravesado con el trazo de la dispersión desde finales de los años ochenta, el mapa penitenciario etarra se dibuja de la siguiente manera: 10 prisiones andaluzas se reparten 95 presos, un tercio del total de reclusos, por delante de los 48 que cumplen penas en cárceles de la Comunitat Valenciana, los 36 encarcelados en las dos de Murcia y, ya en menor medida, en Galicia (24), Castilla y León (20) o los 16 de Castilla La-Mancha.

Un total de 23 etarras están a menos de 300 kilómetros del País Vasco, cuyas cárceles solo acogen a dos que aún no han roto con la disciplina, mientras que una decena siguen internos en la cárcel de Zaballa, en Nanclares de Oca (Álava), fuera de la ortodoxia de la organización.

En los centros de Burgos, El Dueso (Cantabria) y Logroño, las provincias más cercanas a Euskadi, cumplen condena cinco etarras, entre ellos el ex secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, condenado junto con Arnaldo Otegi, ya en libertad, por reconstruir Batasuna a través de Bateragune.

Frente a estos centros, los más alejados de Euskadi son los de la provincia de Cádiz, con 22 presos; uno de ellos, Aitor Agirrebarrena Beldarrain, por participar en el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle, y otro, José María Dorronsoro, como uno de los jefes del aparato de extorsión de la banda.