Justo un segundo antes del pitido inicial, Héctor Mohedo, el segundo entrenador, salió del banquillo y se acercó por la espalda a Sergi Escobar, el entrenador principal. ¿Qué le dijo? «Que disfrutara». Disfrutar fue la palabra que más veces repitió Escobar en la rueda de prensa posterior al 2-1 sobre el Orihuela, porque esa es la actitud que quiere transmitir a sus jugadores. Que no se presionen en exceso en la búsqueda de un ascenso que es siempre una obligación, que no hagan demasiado caso a esa pancarta «Morir o vencer» que recibió al autobús. «Intento llevar a la plantilla el mensaje de disfrutar, que son unos privilegiados por jugar en este club y en este estadio, que el partido era importante pero no definitivo, y que el rival era muy bueno y esto nos servirá para el play-off». Ahí Escobar se mostró convencido: «Nos hemos demostrado que vamos a competir por el ascenso, acabemos primeros, segundos o terceros.

Después de estar tres partidos sin ganar, nos quitamos ganando este partido un peso de encima».

«Salimos reforzados», dijo Escobar, «habían sido dos o tres semanas durillas y hoy (por ayer) todo parecía dramático, pero les he recordado a los jugadores que antes de empezar, ya éramos los mejores de la liga desde que llegamos nosotros. No hacía falta cargarlos emocionalmente con el ambiente que había, y les felicito porque lo han sabido gestionar».

El árbitro

Preguntado por las decisiones del árbitro, Escobar comentó que «no había visto bien la jugada del penalti, creo que hay un rebote, pero sí he visto una falta clara antes del 2-1 que no se ha pitado. No voy a restar méritos a la victoria y menos tras lo que pasó en la primera vuelta». En Orihuela el Castellón terminó con ocho y perdió dos a cero. Ayer acabó con nueve el Orihuela, que sufrió dos expulsiones en los últimos minutos. Miguel Ángel Villafaina, su entrenador, dijo que el penalti «no» había sido, «pero no nos podemos excusar».