El Onda necesita un milagro para salvarse y el Castellón también porque depende de sí mismo. Un milagro para los albinegros porque ganar un partido parece misión imposible para un equipo que con la llegada del nuevo entrenador no mejoró el rendimiento y siguió cayendo en picado. De hecho, afrontará la última jornada a dos puntos del descenso. Está obligado a ganar al Acero en Chencho o donde tenga a bien ponerlo el club.

Los ondenses de haber perdido ayer estarían prácticamente descendidos. Se lo jugarán todo a una carta en el campo del segundo juvenil del Valencia, que no se juega nada. Ayer derrotaron al Castellón (1-0) en un partido que bien pudo haber acabado tal y como arrancó, pero el gol anotado por Adrián Salvador en el minuto 66 le dio vida a los rojiblancos. El delantero salió en el minuto 64 y podo después puso el 1-0 tras un gran centro de Dani Fabregat desde la derecha.

En la primera parte el joven arquero tarraconense de Castellón, Aleix Bel, salvó los muebles a los albinegros con tres antológicas paradas a remates de Óscar Valero, Carlos Cortés y, en especial, extraordinaria la del minuto 44 a tiro de José Pérez. En los albinegros destacó un trallazo de Carlos Soriano, o el tiro lejano de Andrei Pentelescu que impactó en la parte superior del larguero.

Tras el descanso mejoró el Castellón, pero el gol de Adrián Salvador se lo complicó todo. Navegando contra corriente pudo empatar en el minuto 81 Carlos Soriano con un tiro ajustado al palo derecho de Borja Valls.