Cajamar Caja Rural ha dado a conocer su intención de trasladar su sede en Castelló al histórico edificio de la entidad en la Puerta del Sol de la capital de La Plana. La alcaldesa de la ciudad, Amparo Marco, junto al concejal de Urbanismo, Rafael Simó; el director territorial de Cajamar en Castelló y Valencia, Eduardo Holgado, y el director de Infraestructuras del Grupo Cajamar, Manuel Giménez, visitaron ayer el inmueble para comprobar su estado y conocer las características del proyecto.

Una vez rehabilitado para su nueva función, el edificio reunirá las dependencias en Castelló de la Dirección Territorial de Cajamar y de los Servicios Centrales del Grupo Cooperativo Cajamar, que dan servicio a las 19 cajas rurales del Grupo con presencia en la Comunitat, de ellas 9 con sede en la provincia de Castelló. Además, en la planta baja se instalará la oficina principal de Cajamar en la ciudad y abrirá al público un renovado salón de actos y usos múltiples a modo de equipamiento cultural, señalan fuentes de la entidad.

El centenario inmueble, construido entre 1903 y 1905, y que durante varias décadas albergó el Hotel Suizo, forma parte de la historia del cooperativismo de crédito local ya que acogió las instalaciones de la antigua Caja Rural Provincial, posteriormente Credicoop y más recientemente Ruralcaja. El director territorial de Cajamar en Castelló y Valencia, Eduardo Holgado, explicó a la alcaldesa que «la reforma del edificio y el traslado al mismo de nuestra sede institucional en Castellón refuerza la apuesta de nuestra entidad por la ciudad, recuperando y poniendo en valor un inmueble histórico que dará un nuevo impulso al entorno de la Puerta del Sol y del centro histórico. Además, el antiguo Hotel Suizo está en la memoria sentimental de muchos castellonenses, y volver a darle uso es una buena noticia».

La alcaldesa ha valorado el esfuerzo de la entidad por recuperar un elemento destacado del patrimonio arquitectónico de la ciudad y ha instado a Cajamar a seguir aportando su esfuerzo a la economía de Castelló «en un momento en el que es más importante que nunca confiar en la capacidad de la ciudad para superar los nuevos desafíos» . Una vez sea aprobado por el ayuntamiento el proyecto de reforma y se obtengan los permisos correspondientes, está previsto que las obras duren unos 12 meses, por lo que Cajamar prevé que el edificio pueda abrir sus puertas y reanudar su actividad funcional a principios de 2020. El proyecto cuidará especialmente la fachada, cuya intervención de rehabilitación la restaurará a su estado original conforme al Catálogo de Patrimonio Histórico de la ciudad.