El nuevo catálogo de patrimonio arquitectónico que impulsa el Ayuntamiento de Castelló en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana reforzará la protección de los valores artísticos e históricos que se conservan en la trama urbana de la ciudad.

El documento, de más de 500 páginas, ha sido redactado por un equipo multidisciplinar de especialistas. Contempla 243 elementos arquitectónico con diferentes grados de protección y plantea incluir como bienes de relevancia local referentes como el núcleo histórico tradicional, el parque Ribalta, la iglesia de la Trinidad, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la iglesia de la Virgen de la Soledad, la ermita de la Font de la Salut y la chimenea industrial de la antigua fábrica Diago. Estos elementos, señala el trabajo, se encuentran ahora sin inventariar.

También propone integrar dentro de esta categoría el Museo Etnológico-Casa Matutano, el Centro de Cultura, la Diputación Provincial, la Casa de los Huérfanos de la calle Bisbe Climent, la Casa del Baró de la Pobla de la plaza Cardona Vives, el Carreró del Pes de la Farina (calle de Ecce de Homo), el Teatre Principal, el IES Francisco Ribalta, Correos, la iglesia de Sant Pere , y el cobertizo para mercancías del puerto. Por último, al Primer Molí lo sitúa como bien de relevancia de espacio etnológico.

De los 20 citados bienes, 16 gozan de un grado máximo de protección. Tienen consideración parcial el cementerio de San José, el Centro de Cultura, el cobertizo de PortCastelló y el Primer Molí.

El nivel integral engloba a todo el edificio, mientras el parcial deja fuera de la protección aquellos elementos de los inmuebles que se consideran irrelevantes a nivel arquitectónico.

El Teatre Principal, según esta planificación, ha de respetar su estructura actual en caso de rehabilitación. En la calle de Ecce Homo, los elementos de madera y las decoraciones se sustituirían por material y diseño similares. La Casa de los Huérfanos, que procede del siglo XVI, también deberá mantener inalterable su fachada y jardín. Una reforma en el Centro de Cultura deberá conservar su fachada y la fisonomía de su patio interior. La antigua industria de Diago ha de preservar su chimenea en la totalidad así como el panel cerámico del pórtico en su entrada. El edificio de Correos de la plaza Tetuán también tiene protegida su estructura, entre otros.

Muchos de estos edificios ya constan en estos momentos de protección. El catálogo recuerda que, según la Ley de Patrimonio Valenciano, tienen categoría de Bienes Inmuebles de Relevancia Local los núcleos históricos tradicionales, las chimeneas de tipo industrial construidas en ladrillo anteriores a 1940, la arquitectura religiosa anterior al año 1940,y los paneles cerámicos exteriores de antes de 1940.

Por otra parte, de manera automática el catálogo incorpora bienes que forman parte del inventario del Patrimonio Cultural Valenciano. En este sentido, ya cuentan con la calificación de Bien de Interés Cultural por declaración singular las plazas de la Independencia y Tetuán, la Llotja del Cànem, el Palacio Episcopal, el ayuntamiento, la Concatedral de Santa María y el Fadrí. Como BIC por declaración genérica se encuentran el ermitorio de la Magdalena y Castell Vell , la Torreta Alonso, la basílica de la Verge de Lledó, el convento de la Preciocísima Sangre, las ermitas de Sant Francesc de la Font, Sant Isidre, Sant Jaume de Fadrell, Sant Josep de Censal y Sant Roc de Canet, las iglesias de la Purísima Sangre, San Agustín, San Miguel, San Nicolás de Bari, Sagrada Familia y San Vicente Ferrer, y el monasterio San José de las Carmelitas.

Mejora del casco antiguo

El análisis resalta la importancia de revitalizar el centro histórico de Castelló «convirtiéndolo en un foco cultural (condición que en parte ya disfruta hoy)». Para ello, apuesta por consolidar su carácter comercial, afianzando las peatonalizaciones de las décadas de los años 90 y 2000; pero sobre todo impulsando, abunda el proyecto, su función residencial, «aunque sea por medio de procesos de transformación urbana que permitan una renovación arquitectónica junto a un cambio generacional de los habitantes del centro». El catálogo aboga por mantener las fachadas antiguas ya que, a su juicio, tienen mejores resultados que «una simple demolición y sustitución».

Para garantizar el mantenimiento del patrimonio del casco antiguo, esta propuesta plantea bonificaciones, reducciones o eliminaciones de tasas e impuestos relacionados con la catalogación de los bienes y sus licencias. De esta forma, añade que se facilitarían medidas de fomento para el buen mantenimiento de los edificios catalogados

Flexibilidad en accesibilidad

Al mismo tiempo, recomienda que las normas urbanísticas recojan amplios criterios para implantar medidas de accesibilidad universal en las viviendas antiguas. «El hecho de proteger escaleras sin un valor arquitectónico dificulta la instalación de ascensores y escaleras cómodas», resalta.

Control en el cableado urbano

Por último, la propuesta de protección que forma parte del PGOU insta a aprobar un protocolo de actuaciones y sanciones para que las empresas no «campen a sus anchas» a la hora de instalar líneas eléctricas, de alumbrado y telefonía.