Un hueso duro de roer. Así se podría describir al rival del Villarreal B en la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División. Un equipo de mucha garra y de mucho coraje, muy seguro en su hábitat natural (Lezama) y más vulnerable cuando actúa como visitante. Este es el primer escollo a superar por el conjunto villarrealense que dirige Miguel Álvarez, que acabó bien la fase regular del campeonato de Liga, ganando en las dos últimas salidas y recuperando la segunda plaza en un final de campaña de infarto. La ida se jugará este fin de semana en tierras vizcaínas. Todo apunta a Lezama, pero no se descarta el Nuevo San Mamés (domingo a las 19.30 horas). La vuelta, siete días más tarde en el Mini Estadi.

La única vez que tropezó como local el Bilbao Athletic fue en la primera jornada de Liga. Fue el pasado 20 de agosto ante el Logroñés y el marcador fue de 1-2. Los goles riojanos fueron obra de Muneta y el otro del mediocentro castellonense Carles Salvador. Esa fue la única derrota como local de los rojiblancos. Luego cedieron empates contra el Gernika (0-0) y Sporting B y Amorebieta (1-1). Este último fue el 11 de noviembre pasado. Desde entonces a esta parte todo lo jugado como local lo ganó todo el equipo de Gaizka Garitano, un técnico natural de Zarautz, de 43 años, que se estrena esta temporada después de iniciarse en el Eibar B, Eibar (2012-15), Valladolid, Deportivo y ahora en el filial vizcaíno.

El filial rojiblanco tiene una media de edad de 21,3 años. El mayor de sus futbolistas alcanza los 24 y es el defensa Unai Bilbao, por los 23 que tienen los centrocampistas Aitor Según y Tarsi Aguado, más el delantero Asier Benito. Los futbolistas más utilizados por el entrenador han sido el defensa Unai Bilbao (3.240), el delantero Gorka Guruzeta (3.234), el mediocentro Peru Nolaskoain (3.124) y el lateral izquierdo Andoni López. A todo ello, el Bilbao Athletic cuenta con un tridente goleador que supera la decena de dianas: Gorka Guruzeta (15), Asier Benito (12) e Iñigo Vicente (10).

El club vizcaíno quiere ascender a su filial a una categoría en la que militó por última vez la temporada 2015-16. Después de una campaña muy pobre, el equipo rojiblanco descendió de nuevo a la Segunda B. Y cabe recordar que desde finales de la década de los 80 a mediados de los 90 del siglo pasado, este filial estuvo asentado en la división de plata del fútbol español, dando mucha guerra por los diferentes campos.

Ahora la suerte está echada. Bilbao Athletic y Villarreal B se tendrán que ver las caras en esta fase de ascenso que arrancará este fin de semana.

Ibiza: «Estamos ilusionados»

Ayer, después de entrenar y de conocer que el Bilbao Athletic será el primer rival en la lucha por el ascenso, el capitán y central del filial amarillo Juan Ibiza dijo que «la plantilla está ilusionada con este partido y más si al final se juega en el Nuevo San Mamés. Eso sería un punto más de motivación por jugar en un campo tan emblemático y bonito». Destacó que la escuadra vizcaína «ha hecho una gran segunda vuelta, pero nosotros también y acabamos segundos, además en un buen momento». El perfil de los equipos que se enfrentarán es muy parejo.

«Nosotros no vamos a cambiar nuestro estilo de ir a ganar y a imponer nuestro juego en todos los partidos y en todos los escenarios. Hemos conseguido llegar a esta fase de ascenso y queremos ir a por todas», apuntó el central balear del Villarreal B. «Queremos ponerle la guinda al pastel con el ascenso de categoría. Sabemos que el camino es largo y tendremos que estar muy mentalizados y concentrados para cada partido. Pero queremos ir paso a paso, partido a partido y sin obsesionarnos», aseguró Juan Ibiza.

El filial amarillo descansa hoy y mañana regresará al trabajo para preparar el primer asalto en la lucha de ascenso a Segunda.