La Conselleria de Medio Ambiente ha dado un paso más para derogar administrativamente la concesión de los parques asociados a la zona 4 del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana. En esta ocasión, ha publicado una declaración de impacto ambiental (DIA) desfavorable respecto a la instalación de 83 aerogeneradores en cuatro parques eólicos comprendidos entre los términos municipales de Ares del Maestrat, Morella, Catí, Albocàsser, Tírig, Xert, Canet lo Roig, Rossell, Vallibona, La Salzadella, Les Coves de Vinromà, Sant Mateu, Cervera del Maestre, Alcalà de Xivert y Santa Magdalena de Pulpis.

El actual director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental, Antonio Marzo, firma una orden en la que adjunta también la firma de su predecesor en diciembre de 2012, fecha de elaboración del documento y que hasta la fecha no se ha podido publicar por la falta de personal y por la maraña administrativa asociada a estos planes eólicos.

En concreto, la declaración se estima «no aceptable (...) por considerarlas incompatibles con los valores ambientales de las áreas afectadas directa o indirectamente por las mismas». Al respecto, los 83 aerogeneradores instalados en cuatro parques eólicos interfieren en el corredor ZEPA entre el Penyagolosa y la Tinença de Benifassà, además de afectar a numerosos caminos ganaderos, (9 torres se colocarían directamente sobre un camino en la colada del Cap del Terme, entre Catí y Albocàsser. De la misma manera, afectan sobremanera a la avifauna y a la flora y se interpone en zonas protegidas como Lugares de Interés Comunitario, zonas ZEPA y entornos de la Xarxa Natura 2000. El documento rechaza la instalación de más parques por el escaso rendimiento de viento o las dificultades para la evacuación de la energía.

Por otro lado, la DIA también recoge un informe de la dirección general de Patrimonio Cultural en el que «informa desfavorablemente al situarse en el epicentro del arte rupestre levantino entre la Valltorta y los conjuntos de la Gasulla que son manifestación artística propia del arco mediterráneo de la península ibérica cuya originalidad paisaje y dimensión narrativa fue fundamental para que la Unesco lo declarase Patrimonio de la Humanidad, tal y como se tuvo en cuenta».

Además de estas afecciones, la declaración de impacto ambiental tiene en cuenta también el impacto generado por la construcción de las líneas de evacuación de la energía eléctrica que hubieran generado los molinos, que multiplican el impacto de los aerogeneradores sobre caminos ganaderos y zonas protegidas por patrimonio ambiental, paisajístico y cultural.

En este sentido, el Consell ya había desestimado en agosto de 2017 la instalación de una subestación denominada Maestrat II en la que deberían converger las líneas de evacuación de la energía eólica generada antes de volcarse a la red. Así mismo, la documentación inicial contemplaba la evacuación de energía a través de una línea de 400 kW denominada Vandellós-la Plana y que tampoco se ha desarrollado. Esta negativa finiquitaba de facto la explotación en la actual adjudicación tanto de la zona 4 como de la zona 5 del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana.

Cabe apuntar que al igual que en el resto de zonas eólicas la empresa adjudicataria Guadalaviar Consorcio Eólico Alabe-Enerfín transfirió los derechos a Enerfín Sociedad de Energía, SL tras recibir la adjudicación y antes de ejecutar la implementación técnica de los planes.