El 24 de mayo de 2015 se hacía efectiva la derrota electoral del PP en Castelló tras 24 años de gobiernos ininterrumpidos. Tres años después, la portavoz adjunta de Castelló en Moviment, la formación asamblearia que entró en el ayuntamiento con 10.000 votos y 4 concejales, Anna Peñalver, considera que «el año que nos queda de legislatura es decisivo para que el cambio político entre cada hogar de la ciudad y que toda la ciudad note el impacto de haber terminado con el PP».

En ese sentido, Peñalver considera que hay encima de la mesa proyectos que se han de resolver durante este año hasta las nuevas elecciones municipales: «El Plan General es el gran reto que tenemos delante ».

Para la concejala también hay partidas presupuestarias para 2018 que pueden suponer un cambio sustancial en el modelo de ciudad hacia el que avanzar y pueden demostrar a los vecinos y vecinas de Castellón la capacidad del Ayuntamiento para ir consolidando transformaciones desde el municipalismo.