Un tribunal militar ha suspendido de empleo y sueldo durante dos años a un guardia civil del puesto de Orpesa que consumía drogas, iba al servicio bajo el efecto de las mismas y llegó, incluso, a ausentarse del cuartel ir a comprar cocaína a Almassora vestido de uniforme. Así se desprende de la sentencia, que recoge que todo comenzó en 2019 con las sospechas de los superiores del ahora apartado del Cuerpo.

En noviembre de ese año, el agente prestaba servicio de atención al ciudadano cuando una mañana pidió permiso para hacer una supuesta gestión en un banco de Benicàssim y salió del cuartel vestido de uniforme y con el arma reglamentaria. El comandante, que albergaba sospechas de que el guardia civil pudiera ser consumidor de estupefacientes, ordenó a la patrulla de servicio de Orpesa que siguiera al agente, que se desplazó hasta Almassora y se dirigió hacia un punto habitual de venta de drogas. Sus compañeros lo interceptaron e identificaron y le solicitaron que entregara su arma.

Al registrar el interior del vehículo localizaron en el asiento del copiloto una bolsa con un polvo blanco y una carpeta de tapas duras que fueron intervenidas. Tras pasar aviso al capitán jefe de la compañía, este se personó en el lugar de los hechos, solicitando al equipo de Tráfico que le hiciera la prueba de detección de drogas al agente bajo sospecha, que dio positivo en cocaína. Aunque inicialmente fue sancionado con tres años de suspensión de empleo y sueldo, tras recurrir esta resolución, el tribunal militar central ha dejado la condena en dos años fuera del Cuerpo por no ser reincidente.