C. Rodríguez/D. Pérez, Castelló

Los grupos municipales del PSPV, EU y Bloc de Vila-real coincidieron ayer en defender la postura del Jefe de Policía de Vila-real de no asistir a las procesiones al acogerse al derecho de la libertad religiosa y condenar la decisión del equipo de gobierno popular de forzar de nuevo a Ángel Torres a asistir a los actos religiosos mediante un decreto de Alcaldía.

Las reacciones no se hicieron esperar, y el edil de EU, Álvaro Escorihuela, anunció que en el pleno de mañana lunes presentarán una moción para resaltar «que estamos en un estado laico y que la asistencia a los actos religiosos debe estar regida por la voluntariedad».

La intención de EU era la de presentar una moción de este calibre en todos los municipios en los que el grupo tuviera representación, aunque los hechos de Vila-real han precipitado los acontecimientos en la localidad de la Plana Baixa.

Escorihuela censuró duramente el decreto de Alcaldía contra el Jefe de Policía porque «estamos en un estado laico donde ha de primar la libertad personal».

Desde EU emplazaron al alcalde de Vila-real, Manuel Vilanova, a ser respetuoso con la opinión del Jefe de Policía y aseguraron que apoyarán cualquier medida que tome Torres para hacer valer su postura, ratificada por el Consell en el pasado mes de marzo.

El portavoz del PSPV-PSOE, José Benlloch, suscribió las palabras de su homólogo de EU y denunció la nueva «violación del derecho a la libertad religiosa del jefe de policía». Benlloch recordó a Manuel Vilanova la existencia de un informe del Consell que avala el derecho de Torres a no asistir a los actos religiosos. «Una vez más, la actitud intolerante del alcalde ha puesto a esta ciudad en una situación ridícula ante el resto de España, creo que esta cadena de despropósitos y autoritarismos no puede continuar».

«Enfrentamiento banal»

La portavoz del Bloc, María Gràcia Molès, también se sumó en la defensa del estado laico, aunque lamentó que «se haya llegado a este enfrentamiento» entre el alcalde y la máxima autoridad policial municipal, que la edil nacionalista llegó a la calificar de «banal».

Para Molés no se debería haber llegado «a este extremo», ya que con el diálogo «se hubiera podido consensuar una postura de acuerdo con las partes afectadas».

La representante del Bloc también criticó la «escasa información que tenemos» sobre este decreto de alcaldía que obliga al Jefe de Policía a asistir a las procesiones.

De todas formas, la edil nacionalista resaltó que «estamos en un estado laico», aunque todavía no se posicionó sobre la moción que EU prevé presentar en el pleno del lunes por vía de urgencia. «Una vez que la leamos dirigiremos nuestro voto», afirmó.