Levante de Castelló, Castelló

Las lluvias generalizadas registradas ayer en toda la provincia volvieron a ser muy beneficiosas para el campo y para los embalses, pero para los alumnos del Instituto de Educación Secundaria Joan Baptista Porcar se convirtieron en un suplicio, ya que tuvieron que asistier a clase en medio de grandes charcos provocados por las goteras, según denunciaron profesores del centro. A primera hora de la mañana la biblioteca tuvo que ser desalojada y el profesor de música y varios alumnos tuvieron que poner a salvo los costosos instrumentos para evitar que el agua acabara destrozándolos.

La situación de este centro educativo no es nueva, ya que hace más de dos años la Conselleria de Educación acometió unas obras de acondicionamiento en el tejado, que por lo visto no han servido de mucho. «Hemos dado clases rodeados de agua porque el treinta por ciento de las aulas tiene goteras. Esta situación ha sido trasladada al director. Es una vergüenza», explicaba Celestí Gimeno, catedrático de Historia.

Los profesores han reclamado a la dirección que aproveche la garantía de las obras para volver a reestructurar toda la parte superior del edificio. «La comunidad autónoma tiene el mayor presupuesto para óperas, por encima incluso del Teatro Real de Madrid, y nuestro país se supone que es la décima potencia económica; pero los colegios se caen a trozos. No es de recibo», añadía. Según el profesorado, la situación afecta a la motivación de los 800 alumnos del centro, que se sienten abandonados por las autoridades en algo tan fundamental como la educación.

Diferente es la versión que mantiene el director del centro educativo, Tomás Fabregat -a su vez concejal de Urbanismo del PP en el Ayuntamiento de Orpesa-, quien, aunque reconoció que existe un problema en el instituto por culpa de las goteras, garantizó que los desperfectos en el techo van a ser reparados «por la empresa que ha sido contratada una vez que pasen las lluvias». Fabregat permitió la entrada de fotógrafos en el centro para que pudieran tomar imágenes de los daños en las instalaciones.

Por otra parte, 350 niños no pudieron acudir ayer tampoco al Centro Educativo Penyeta Roja de Castelló tras haber decidido la dirección que se suspendían las clases ante la situación de preemergencia decretada por la Generalitat. Los responsables del colegio adoptaron esta medida al encontrarse el centro educativo junto a un barranco.

Además, las goteras en la Estación de Renfe de Castelló volvieron a ocasionar estragos entre los viajeros durante todo el día de ayer y las máquinas secadoras, características desde el año 2000, cuando se inauguraron las instalaciones ferroviarias, tuvieron que volver a actuar. Desde la compañía se insiste en la existencia de un proyecto aprobado, por importe de 7 millones de euros, para arreglo de los desperfectos, aunque por el momento no hay fecha para las obras.