Con el lema «Tu cerebro es vida, cuídalo», un grupo de neurólogos recorrerán, en un autobús equipado para la campaña, algunas ciudades españolas (Sevilla, Alicante, Zaragoza, Oviedo, Valladolid y Madrid). A los asistentes al bus del cerebro, les enseñarán técnicas para ejercitar el sistema nervioso central, y obtendrán, mediante pruebas diagnósticas, juegos y test de agilidad mental, un informe sobre su salud cerebrovascular.

Para mantener un cerebro sano, hay una serie de consejos sencillos que podemos aplicar, y que son la base para mantener un buen funcionamiento: (1) Realizar tareas que estimulen la actividad cerebral y nos mantengan mentalmente activos (leer, escribir, memorizar números de teléfonos, las manualidades, crucigramas, juegos de mesa…); (2) Mantener de forma regular una actividad física, mediante la práctica de un deporte o paseando diariamente un mínimo de 30 minutos; (3) Potenciar las relaciones sociales y afectivas, evitando el estrés, el aislamiento social y la incomunicación; (4) Consumir una dieta equilibrada, rehusando un exceso de grasas animales y de sal, y potenciando el consumo de verduras y frutas; (5) Llevar una vida lo más saludable, sin consumo de alcohol, tabaco y drogas; (6) Dormir un mínimo de 8 horas cada noche; (7) Controlar la hipertensión, principal factor de riesgo para accidente cerebrovascular como el ictus (se pierden las funciones nerviosas por una interrupción del flujo de sangre al cerebro); y (8) Proteger al cerebro contra las agresiones físicas del exterior (por ejemplo, colocándose el casco cuando se viaja en moto y el cinturón de seguridad cuando se circula en coche).

La semana del cerebro divulgará los conocimientos actuales (diagnóstico y prevención) sobre enfermedades neurológicas, que agrupan patologías que afectan al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), y también al sistema nervioso periférico (nervios y músculos), y que representan la primera causa de dependencia y de pérdida de autonomía personal en España. Entre las enfermedades más frecuentes y conocidas están la demencia (enfermedad de Alzheimer y vascular), el ictus (hemorragia o infarto cerebral), la epilepsia, el Parkinson, la esclerosis múltiple, los traumatismos craneoencefálicos… hasta la migraña. Y forman parte del grupo otras patología menos conocidas y habituales, como las enfermedades degenerativas y neuromusculares (esclerosis lateral amiotrófica, distrofias musculares, neuropatías, miopatías…), que pueden afectar tanto a personas mayores como a jóvenes.

En el Ictus, el tiempo es oro

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido también está informando, mediante una campaña de comunicación, cuales son los signos del ictus o accidente cerebrovascular. La interrupción del flujo sanguíneo al tejido cerebral deja ese territorio sin nutrientes y sin oxígeno, y como consecuencia las neuronas se dañan o mueren (necrosis). El ictus es una enfermedad frecuente, la segunda causa de muerte en hombres y primera en mujeres. Suele aparecer a partir de los 50 años, y a más del 50% de los pacientes les ocasiona una minusvalía o incluso la muerte. La detección precoz, si es posible, puede evitar complicaciones, pues cuando más tarde se instaure un tratamiento, peor será el pronóstico del paciente; un retraso de 25 minutos supone disminuir la mejoría clínica, tras el tratamiento, en un 15%.

Existe una escala prehospitalaria de accidente cebrovascular («Cincinnati»), que usa la sanidad británica para informar a la población de cómo detectar un posible ictus cerebral. El sistema es sencillo, incluye tres parámetros, y bastante fiable, pues sólo que uno de ellos sea positivo tendremos un 72% de probabilidades de diagnosticar un ictus; con tres parámetros en positivo las posibilidades llegan al 82%. Los signos o síntomas que se incluyen son: (a) presencia de asimetría facial (al sonreír sólo se eleva el labio de un lado); (b) deriva del brazo (al levantar ambos brazos, o bien uno no se levanta o lo hace incompletamente); y (c) alteraciones en el habla (incapaces de hablar normalmente, no hay coherencia o incluso utilizan palabras erróneas). Tener los signos «a y b» indicaría la presencia de una lesión cerebral que induce parálisis parciales motoras (levantar el labio o los brazos), y disponer del signo «c» indicaría lesiones en las áreas cerebrales dónde se procesa el lenguaje.

Recuerde, con un sólo signo positivo, y más de curso repentino, salga corriendo hacia el hospital más cercano o llame a los servicios de emergencia. Tu cerebro es tu vida.