manuel Zimmermann

La mejor defensa contra el calor es la prevención. Aún cuando cualquier persona puede sufrir en cualquier momento de una enfermedad relacionada con el calor, algunas son más susceptibles que otras.

Por ello, debemos de vigilar especialmente a bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años de edad, y a los enfermos mentales, cardíacos o con hipertensión arterial; a los adultos expuestos al riesgo de enfermarse al menos dos veces al día y observar cuidadosamente si presentan síntomas de agotamiento por calor o de insolación. Los bebés y los niños pequeños, por supuesto, deben ser observados con mayor frecuencia.

Si usted tiene que estar al aire libre en el calor, limite sus actividades por la mañana y al atardecer (reduzca sus ejercicios). Pero si tiene que hacer ejercicios, tome de dos a cuatro vasos de líquidos fríos sin alcohol cada hora. Las «bebidas deportivas» pueden reponer las sales y los minerales que pierde al sudar. Advertencia: si usted mantiene una dieta baja en sal, hable con su médico antes de tomarlas.

En épocas de mucho calor, como la que sufrimos, trate de descansar frecuentemente a la sombra. Protéjase del sol llevando puesto un sombrero de ala ancha (que también lo mantiene más fresco), gafas de sol y aplíquese protector solar de «Factor 15» o más alto (los productos más eficaces indican «amplio espectro» o «protección contra UVA/ UVB» en sus etiquetas).

¿Qué es el golpe de calor?

El golpe de calor es la enfermedad más grave relacionada con el calor. Ocurre cuando el cuerpo no está en condiciones de controlar su temperatura. La temperatura del cuerpo aumenta rápidamente, el mecanismo de sudoración falla y el cuerpo no logra reducir su temperatura. La temperatura corporal puede llegar hasta los 41°C o más en 10 minutos. El golpe de calor puede provocar la muerte o algún tipo de discapacidad permanente si no es tratado de inmediato.

Las señales del golpe de calor varían, pero pueden incluir las siguientes: una temperatura corporal extremadamente elevada (por encima de 39.5°C), piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor), pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión y pérdida del conocimiento.

Si usted observa alguna de estas señales, es probable que se trate de una emergencia que puede ser mortal. Pídale a alguien que solicite ayuda médica inmediata mientras usted empieza a enfriar a la víctima. Para ello haga lo siguiente: lleve a la víctima a un área sombreada, y enfríe a la víctima rápidamente con cualquier método a su disposición. Por ejemplo, introduzca a la víctima en una bañera con agua fría o bajo una ducha fría; rocíela con agua fría con una manguera; aplíquele agua en todo el cuerpo con una esponja; o, si hay poca humedad, envuelva a la víctima en una sábana fría y mojada y abaníquela vigorosamente. Vigile la temperatura corporal y siga tratando de enfriar a la víctima hasta que su temperatura descienda entre 38ºC y 39°C. Si el personal médico de emergencia tarda en llegar, llame al servicio de urgencias de un hospital y pídale instrucciones adicionales. No le dé bebidas alcohólicas.

Consejos contra el calor

Acabamos este artículo con algunos consejos para la prevención de enfermedades relacionadas con el calor.

(1) Beba más líquidos (no alcohólicos), independientemente de cuánta actividad realice. No espere a tener sed para beber. Advertencia: Si su médico le limita en general la cantidad de líquido que puede beber o le recetaron pastillas diuréticas, pregúntele cuánto debería beber durante los días de calor.

(2) No beba líquidos que contengan cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, pues en realidad le hacen perder más líquido corporal. Además, evite las bebidas muy frías porque pueden causar calambres estomacales.

(3) Permanezca, si es posible, en un lugar con aire acondicionado. Si su casa no tiene aire acondicionado, vaya a un centro comercial o a la biblioteca pública, pues incluso unas pocas horas en un ambiente con aire acondicionado pueden ayudar a su cuerpo a mantenerse más fresco cuando vuelva al calor.

(4) Los ventiladores eléctricos pueden proporcionar comodidad, pero cuando la temperatura llega casi a 35°C, los ventiladores no van a evitar que sobrevengan enfermedades relacionadas con el calor. Tomar una ducha o un baño con agua fría o trasladarse a un lugar con aire acondicionado es una forma mucho mejor de refrescarse.

(5) Y por último use ropa ligera, holgada y de colores claros, y nunca deje a nadie en un vehículo estacionado y cerrado.