Los visitantes de las cataratas pueden disfrutar de un espectáculo único, con extensas áreas de la atracción turística cubiertas por una espesa capa de hielo.

Aunque es en verano cuando el accidente geográfico entre la frontera de Canadá y Estados Unidos atrae cada día a miles de turistas, aún en el corazón del invierno canadiense se aventuran algunos atrevidos.

El turista español Juan Manuel Álava, dijo a Efe que había visitado con anterioridad las cataratas durante el verano pero que en invierno el espectáculo es incluso más impresionante.

"Es absolutamente espectacular. He estado en verano y me encantó.

Pero en invierno, helado, es una auténtica maravilla. De lo más bonito que he visto nunca" explicó.

Jackie Tenuta, una canadiense de la localidad de Winnipeg también destacó la diferencia entre el verano y el invierno.

"Las cataratas en el invierno son increíbles. El hielo es precioso. Es increíble. No me gusta el frío e incluso en un día tan precioso es frígido pero merece la pena. Las he viso antes pero no en invierno así que es algo especial disfrutarlas de esta manera", dijo.

Es un espectáculo que se repite la mayoría de los años por estas fechas pero que no dura mucho.

El Instituto Meteorológico de Canadá anticipa que a partir del lunes, las temperaturas en Niagara Falls se situarán por encima de los cero grados y el miércoles llegarán hasta una máxima de 11 grados centígrados lo que derretirá gran parte de los carámbanos de hielo que ahora cuelgan de las paredes.