La concesión de pastos para la cría de caballos en terrenos de la Generalitat en el Marjal del Moro ha estado envuelta en la polémica desde el principio. Uno de los incidentes más graves se produjo en febrero del año pasado cuando varios ejemplares se escaparon de la zona delimitada y llegaron a entrar en la V-21 provocando atascos y amenazando con desencadenar un accidente. De hecho, se produjeron colisiones por alcance al frenar algún vehículo. La Guardia Civil tuvo que montar un dispositiva para capturarlos. La Conselleria achacó el incidente a un sabotaje. Así mismo, la presencia de los caballos provocó roces con los ganaderos tradicionales de ovejas, que vieron alterados sus itinerarios por el vallado, especialmente en verano, al afectar a zonas donde las ovejas acostumbraban a beber. Los pastores, que en algunos casos trabajan en la zona desde hace más de tres generaciones, se quejaban de trato discriminatorio en la concesión por la conselleria, pero ésta lo negó.