La última vez que vino al Cotif, en 2003, sus circunstancias eran mucho menos halagüeñas (acababan de despedirle del Real Madrid y vino a dar una conferencia-coloquio).

Bueno, cuando te metes en equipos importantes ya sabes que tienes caducidad. Habíamos estado cuatro años y eran demasiados ya para un club como el Madrid.

Pero habían sido buenas temporadas.

Sí, pero no es fácil perdurar ahí, es muy difícil aguantar muchos años en un club tan grande y tan exigente.

El día a día de la selección es mucho más monótono, mucho más tranquilo que los vividos con la intensidad de las jornadas en los clubes.

Aquí también hay algún día en el que la responsabilidad es máxima. Además, todos los días hay algo que hacer. Es posible que sea más tranquilo, pero también es más intenso los días que existe compromiso internacional.

¿Cuántas veces ha estado usted en el Cotif?

Uf, no lo sé ni yo. Muchas. He venido como ojeador y también alguna vez que el Real Madrid participó en el torneo. El Cotif no es un torneo al uso, es un torneo especial sobre el que se sitúa detrás todo un pueblo y una comarca. Esto hace que se convierta en una fiesta. A cualquiera que le diga que llegaba al campo a las cinco de la tarde y me iba a las dos de la mañana no se lo cree. Hacíamos sesiones maratonianas. Y eso que cuando yo venía las instalaciones no eran tan buenas como ahora.

En los primeros Cotif los jugadores se quedaban a dormir en literas, en un colegio públicoÉ

Eso ahora sería impensable. En el Real Madrid éramos más finos y "delicaos" e íbamos al Hotel Quiquet, en Beniparrell.

Sería porque era el MadridÉ

No sé, pero ahora que lo pienso también hemos venido a convivir con todos. En realidad creo que la gente joven tampoco necesita muchas comodidades.

Parece que el estrellismo se va adelantando en edad.

Hay de todo, yo me resisto a creer que eso ocurra de forma general. Y más ahora con los futbolistas que tenemos en la selección y que son buenos ejemplos para toda la gente joven. Son personas normales, gente que supo ganar, perder, y celebrar la victoria. Gente que destaca por lo que es el fútbol, no por otras gilipolleces. Creo que esa estupidez del estrellismo, sí existe, pero no es generalizado. No se puede catalogar a todos por igual.

¿A qué nivel está el Cotif en comparación con otros torneos internacionales que usted visita normalmente?

Aquí han venido clubs y selecciones de todos los países del mundo y eso ha posibilitado ver mucho y buen fútbol, desde africano, asiático, europeo o americano. Aquí han estado excelentes futbolistas, los mejores del mundo. Hay torneos que están bajo el auspicio de FIFA y de UEFA, pero luego, dentro de aquellos torneos que, digamos, son oficiales, yo creo que el Cotif de l'Alcúdia es un torneo de referencia.

De su paso por el Cotif y considerando los cientos de jugadores que ha observado, ¿con cuál se quedaría?

Bueno, han pasado muchos y muy buenos por este torneo, pero yo creo que es obligado hablar de uno que vino muy jovencito, con 16 o 17 años, y que fue Raúl.

¿Estaba usted aquí ese año?

Sí. Vino con el equipo de Tercera División de entonces, era un crío delgadito, con poco peso. Después de aquí tuvo una trayectoria meteórica y existen discrepancias porque a unos les gusta y a otros no, pero lo que no se puede dudar es de su bagaje futbolístico, con la selección española y con su club.

Destacándolo como lo hace por delante de verdaderas estrellas del balón que han pasado por l'Alcúdia, como Kaká, Sevchenko, Cafú o AlvesÉ y teniendo esa predilección por él, es curioso que con usted en la selección, él siga sin ser convocadoÉ

Yo cogí una herencia en el equipo nacional, para lo bueno y para lo malo y en esa herencia no venía Raúl en la selecciónÉ

Hoy, como jefe, ¿Sigue enviando emisarios al Cotif?

Sí, ayer mismo estuvo Luis Milla. Debemos estar al tanto de de los chavalines que van saliendo en España. Sería un delito que no estuviéramos en l'Alcúdia. El fútbol está muy bien estructurado con las delegaciones territoriales, que es un medio de ir controlando a todos los chavales. Además, están las diferentes selecciones autonómicas, a lo que se suma la labor de los clubes con sus canteras. Se ha producido un gran cambio. Hay gente que llevaba muchos años haciendo un trabajo extraordinario, como Iñaqui Sáez o Juan Santisteban.

¿Volverá por l'Alcúdia a ver a sus amigos?

Si el año que viene la selección española consigue el Mundial en Sudáfrica vendremos a tomarnos un blanco y negro (entre risas).

"En el fútbol español deportivamente no hay crisis"

?

Mucha gente destaca a la URSS que vino a finales de los 80, ¿qué equipo de los que ha visto en el Cotif le impresionó más?

No sé, vino una Ucrania muy buena, no recuerdo en qué año sería. Chile también jugó muy bien cuando estuvo en el Cotif; otro año Brasil fue un equipazo. Y han venido escuelas de fútbol de todo el mundo. Es un torneo que se lo toma todo el mundo con mucha seriedad. Francia tiene un trofeo de estrellas, el de Toulon, con mucha tradición, pero lo de l'Alcúdia es para quitarse el sombrero.

El Cotif cumple 26 años, ¿Conoce muchos torneos de este tipo organizados de forma altruista que duren tanto?

La verdad es que hay torneos con mucha tradición en España. Aunque algunos van perdiendo fuerza, lo que hace falta es que proliferen porque es una forma de que el fútbol juvenil y el amateur tengan un contacto, además de lo que es la propia competición.

Cuando venía aquí, ¿se pasó alguna vez por el Promeses para observar a los más pequeños?

Un año sí, porque estaba aquí todo el día y aprovechaba para verlo todo. He estado muchos años, desde que me retiré como futbolista hasta que cogí el primer equipo, trabajando para la gente de la cantera de 15 o 16 años y, por lo tanto, me es muy atractivo el fútbol de los más pequeños.

En momentos de crisis, ¿se vuelcan más con las canteras?

Los clubes que no cuiden la cantera tienen que gastarse enormes cantidades de dinero. El fútbol español -en lo deportivo, no entro en lo económico- está en situación de presumir a nivel de clubes y de selecciones. En el fútbol español, deportivamente, no hay crisis.