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"En Els Verds lo tenemos claro. Queremos que el alcalde de Silla nos deje un solar municipal para construir un restaurante, y si no nos va bien... que nos pague las consumiciones que no se realizan. Eso es exactamente lo que va a hacer con la nueva "escoleta" privada para niños de 0 a 3 años."

El portavoz de Els Verds, Antonio Navarro, ha puesto el grito en el cielo tras conocer el convenio que el alcalde de Silla, Francesc Baixauli, llevará al próximo pleno y que consiste en "comprometerse con la empresa privada que construirá y gestionará la "escoleta" a pagar 3.000 euros por cada niño que falte por matricular. Ni más ni menos. Que faltan diez plazas... pues el consistorio pagará 30.000 euros. Y eso, durante 25 años".

Y es que el proyecto de la nueva "escoleta" de Silla ha recibido las críticas más duras de Els Verds. Mientras Baixauli defiende, pleno tras pleno, que será la "primera escuela infantil municipal de Silla", Els Verds argumenta que será "de gestión privada, construida por una empresa privada en un solar municipal" y que, además, "implica una total competencia desleal respecto a las otras cinco escuelas infantiles privadas que también hay en el municipio. Y mientras, la educación pública, en barracones". Para Navarro "hay una gran diferencia entre una escuela municipal pública, y una privada, y la de Baixauli es privada por muy socialista que él sea. Y si no se cubre la demanda... el empresario no debe temer nada porque ya pagamos los vecinos de Silla las posibles pérdidas que pueda tener".

Sin ayudas al desempleo

El gobierno socialista de Francesc Baixauli "no da un euros a los parados, frente a los 60.000 reconocidos en la concesión a la empresa privada que se encargará de la explotación, y nunca mejor empleado el término, de la escuela infantil". Para Navarro es "absurdo que si un padre se queda en paro y no puede pagar la escuela privada de su hija de 2 años, la saque del centro y el ayuntamiento costee su plaza. ¿No debería, tal vez, ayudar a la persona desempleada? En Silla, no".

Navarro, concluye, indignado: "¿Hace falta otra escuela infantil privada en Silla? La realidad es que no. De lo contrario, si fuera necesaria, cabría preguntarse: ¿alguien se plantearía pagar por alumnos que no van?"